Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de mayo de 2025
Entre personas que todos los días se ven y se hablan, y no se quieren bien, es imposible que en breve plazo no deje de estallar la discordia. La ocasión fué ésta. Tenía el ejemplar en la mano Maza, cuando acercándose don Rufo por detrás, exclamó en tono jocoso: ¡Vaya unos cocodrilos escuálidos! No son cocodrilos manifestó Maza en tono seco y desdeñoso, sin levantar la cabeza.
No sólo le impondré que en adelante os deje en paz y os respete, sino que le declararé a la vez que os he elegido por mujer y que pronto seréis mi esposa. No, Mathys, no hagáis eso; su furor no reconocería límites exclamó la viuda. Ya lo sé; pero, aunque se volviera loca furiosa, poseo los medios de desarmarla. No tengáis temor; si yo se lo exijo, os pedirá perdón por su brutalidad.
Bien, prendámosle en el cuarto del príncipe. ¡Señor! exclamó completamente desconcertado por aquella salida del rey, Lerma. Sí, sí, volvámosle su oficio al ayuda de cámara del príncipe don Felipe. Pues cabalmente eso es lo que el duque desea. Pues porque lo desea, y para que nos deje en paz, concedámoselo; mandad extender la provisión y traédmela al momento al despacho. Lerma desconocía al rey.
Deje, señor, deje que rebrinquen los señoritos, que la erba yo la apañaré... en sin perjuicio.... La Regenta, con la cabeza cubierta de heno, con los ojos medio cerrados, no pudo ver al Magistral hasta que se acabó la broma y le tocó salir del pozo... con ayuda de don Álvaro y los que estaban fuera.
Yo no he llegado a ponerlo bien en claro, de suerte que, al ir escribiendo esta historia, lo probable es que lo deje turbio o nebuloso. De cualquier modo que fuese, y sin escudriñar los secretos de doña Inés en lo tocante a la conducta, aseguro con evidencia que ella, en lo teórico, sin afectación ni mentira, tenía la más acendrada fe religiosa.
Y no os digo más, que bien creo yo que con lo dicho me habéis comprendido, y a Dios os quedad y en mí pensad, pagándome en buena moneda el pensamiento enamorado y perdurable, que de vos en esta encendida alma vuestra me llevo.» ¡Ay, Florela! dijo la hermosa indiana, que no sé qué piense, ni qué tema, ni qué espere, ni qué haga, ni qué deje de hacer.
-Para estar tan herido este mancebo -dijo a este punto Sancho Panza-, mucho habla; háganle que se deje de requiebros y que atienda a su alma, que, a mi parecer, más la tiene en la lengua que en los dientes.
«Trae al muchacho ardiente, y á las Gracias, la ropa desceñida, y á Mercurio elocuente, y de ninfas seguida la Juventud sin tí no apetecida»; pero, en cuanto Horacio entra á ver á Glícera, con todo este cortejo, nos da con la puerta en los hocicos, y acaba la oda, sin que nos cante ni nos deje ver lo que pasa dentro. Ya nos lo presumimos.
Sí, que no fue disparate La ingratitud vengada, ni le tuvo La Numancia, ni se le halló en la del Mercader amante, ni menos en La enemiga favorable, ni en otras algunas que de algunos entendidos poetas han sido compuestas, para fama y renombre suyo, y para ganancia de los que las han representado''. Y otras cosas añadí a éstas, con que, a mi parecer, le dejé algo confuso, pero no satisfecho ni convencido para sacarle de su errado pensamiento.
Después respondióle con más severidad que de ordinario: Deje usted de estudiar tanto mi interior, Flores; primero, porque lo más probable es que sea tan vulgar como el de la mayoría de las mujeres, y segundo, porque, si hubiera algo de particular en él, no sería fácil que usted lo descubriera. No se ofenda usted, Cecilia. Este estudio es una prueba nada más de lo mucho que usted me interesa.
Palabra del Dia
Otros Mirando