Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Las historias están conformes en asegurar que D. Benigno, después de decir «¡oh, pierna!» lanzó un gran suspiro y se durmió como un santo. A la mañana siguiente tenía la cabeza despejada, el humor alegre. Lo primero que leyó cuando le trajeron la Gaceta fue el decreto convocando a la Nación en Cortes a la usanza antigua, para jurar a la princesa Isabel, por heredera de la corona de ambos mundos.
»Pero, ¡cuál fue mi sorpresa cuando encontré unido a esta carta un decreto del Rey en que me devolvía la facultad de regresar a mi patria y los bienes de mi familia!
Yo pregunto: ¿qué legislador, qué Moisés o Licurgo, llevó más adelante el intento de refundir una sociedad bajo un plan nuevo? La revolución de 1810 queda por este decreto derogada; ley ni arreglo ninguno queda vigente; el campo para las innovaciones limpio como la palma de la mano, y la República entera sometida sin dar una batalla siquiera y sin consultar a los caudillos.
El vulgo de los teólogos obcecados con la palabra auténtica de que se valió el Concilio, dió al decreto una torcida inteligencia, i se empeñó reciamente en que se habia de venerar la Vulgata como si hubiera bajado del cielo, ó como si el Espíritu Santo hubiera llevado la mano al traductor, i esta gente al cabo logró salir con su intento, haciendo poco menos que comun su manera de pensar.
El excelentísimo señor de Ballester queda encargado de la ejecución del presente decreto. xii Por la tarde llegó doña Lupe muy alarmada buscando a Maximiliano, a quien suponía allí. No pasó de la sala, ni quiso ver a Fortunata, de quien dijo que la compadecía, pero que no podía tener ninguna clase de relaciones con ella. En la sala cuchicheó la ministra con Segismundo contándole lo ocurrido.
Lo mucho que los judíos ayudaron á los Reyes Católicos para la empresa de Granada. Decreto para la espulsion de los judíos no convertidos. Dádivas que ofrecen estos al rei don Fernando para quedarse en España. Este vencido de ellas quiere revocar el decreto. Estórbalo la audacia de Torquemada. Salen los judíos de España i van á los reinos estraños. Algunas noticias de su varia suerte en ellos.
Prim murió, sin embargo, el día 30, llevándose a la tumba la clave del misterio, y tres meses después publicaba la Gaceta un real decreto nombrando al marqués de Sabadell ministro plenipotenciario de la corte de España en Constantinopla. «Me he convencido escribía al presidente del Consejo el nuevo embajador que mis disposiciones naturales son para la vida de Oriente, y pongo todas mis ilusiones en El Cairo, Bagdad, Ispaham o Constantinopla.»
Entonces supo que el tío Tomás era quien había denunciado a Andrés como raptor de su hija Rosa. El juez, en cuanto averiguó que el joven detenido era hijo de un antiguo ministro del Tribunal Supremo, a quien conocía de nombre, escritor público y hacendado, se apresuró a venir a tomarle declaración. Después, mediante fianza, decretó la excarcelación.
La niña había llegado a creer que doña Rebeca tenía razón en disponer así de sus florecientes diez y siete años, y no intentaba nunca quebrantar este decreto, martirial y absurdo, que la recluía siempre en grave soledad.
11 También es dado por mí mandamiento, que cualquiera que mudare este decreto, sea derribado un madero de su casa, y enhiesto, sea colgado en él; y su casa sea hecha muladar por esto. Yo Darío puse el decreto; sea hecho prestamente. 13 Entonces Tatnai, capitán del otro lado del río, y Setar-boznai, y sus compañeros, hicieron prestamente según el rey Darío había enviado.
Palabra del Dia
Otros Mirando