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Actualizado: 26 de junio de 2025


El resultado de las gestiones de Millán confirmó la sospecha de Pepe: el regente de la imprenta donde se tiraba el diario que dio la noticia, dijo que el predicador de que se trataba era don Tirso Resmilla, quien abandonando su curato de un pueblo del Norte, había venido a Madrid, pocos meses atrás, como persona de confianza para los elementos realistas de la diócesis a que pertenecía.

Esta duda nace de que, gozando iguales y distintos sínodos, deben considerarse dos distintos beneficios, y por consiguiente cada uno debe tener anexas sus cargas particulares, o repartirse entre todas las comunes del curato.

Tirso era de carácter rudo; su aspereza parecía fruto de cierto orgullo íntimo por el cumplimiento del deber, y con los campesinos guardaba siempre una reserva calculada, cual si pensase que convenía a su prestigio de sacerdote el apartamiento de las miserias humanas. Lo que más contribuyó a su buena fama, fue la indiferencia que manifestó hacia las mujeres desde que tomó posesión del curato.

Papá dice que con el tiempo todo se consigue, y que él acabará con esos santos que parecen hechos para asustar chiquillos. Ya sabes lo que son los indios. Y todos quieren mucho a su cura. Una vez dijeron allá que se iba; que le mandaban a otro curato, y todo el pueblo, todito, se juntó en la plaza, para pedirle que no los dejara.

El P. Herrera murió a fines del 78 en su curato de San Sebastián. Poco antes fué llamado al coro de la Catedral de Jalapa, pero el humilde anciano renunció la prebenda. ¡No! ¡No! contestó. No quiero canongías.... De aquí... ¡al cielo, si Dios Nuestro Señor tiene piedad de este pobre pecador! Gabriela casó con Ernesto, y es madre de dos niños tan hermosos como ella. ¿Es feliz? Creo que .

Concluida la exposición del sistema, el cura se informó de muchas cosas, que no sabía, tocantes a la familia. Treinta años hacía que desempeñaba aquel curato, sin traspasar sus términos más que cuatro o cinco veces para ir a la capital del obispado. Había sido muy camarada del padre de Andrés; le había querido en el alma; pero desde su matrimonio no le había vuelto a ver. En cierta ocasión habían reñido por cuestión de intereses: se habían cruzado entre ellos algunas cartas muy agrias, que Andrés había encontrado entre los papeles del ministro.

Nos avergonzamos y conocimos nuestro disparate. Es muy bueno el hermano cura, ¿no le parece a Vd.? Yo fuí a abrazar al cura en silencio y más conmovido que nunca. Entramos por fin en la casa del curato, que era pequeña y modesta, pero muy aseada y embellecida con un jardincillo, provista de una cuadra y de un corral. La gente se detuvo en la puerta.

Con esta orden y sus títulos se presenta en el pueblo, y el cura que cesa le hace entrega formal del curato, libros, iglesia, sacristía y ornamentos. Asistiendo a todo el cabildo y administrador, reconocen si los ornamentos y alhajas de la iglesia están cabales, según el primer inventario, anotando lo que deben anotar, y dan parte de la ejecución al inmediato superior.

Con esto, comprenderás que tengo motivos para estar preocupado. ¿Cuál será la situación de mi hermano? ¿Qué le habrá pasado? Si su posición es desahogada, menos mal; y no lo digo porque me ahorre trabajo; pero, ¿y si viene tan pobre como nosotros? Seremos cinco en lugar de cuatro los que hayamos de vivir mal. ¿Por qué habrá dejado su curato?

A misa sólo iban algunas viejas del pueblo: la iglesia estaba siempre vacía, pero el país era muy religioso y la prueba estaba en que él no tenía libre un momento, y continuamente veían todos trotar su burra blanca por los caminos y atajos de la montaña. Aquel curato valía más que algunos obispados.

Palabra del Dia

rigoleto

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