Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de julio de 2025
Ahora no puede ser profirió Demetria sordamente. Pronto, pronto lo sabrás... Lo único que puedo decirte añadió después de una pausa es que en este momento me alegraría de estar cuidando cabras en los montes de Raigoso y no bajar jamás al llano. Dos gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas. Y sin decir otra palabra se apartó con presteza, prosiguiendo su camino.
Desvívase usted por dar gusto en todo a una persona, por tenerle las cosas a punto, por cuidarla cuando está enferma... Tuéstese usted la cara al lado del fuego todo el día... Métase en el río hasta media pierna para lavar la ropa, y coja un reumatismo... Pase las noches en claro, cuidando de la lejía... Y mañana u otro día, si falta esa persona, irá una, si a mano viene, a pedir una limosna... mientras la familia, que en la vida se ha acordado del santo de su nombre, se divertirá y triunfará en grande con el dinero que le quede...
Completaban la caravana treinta poderosas mulas, alquiladas a dos ricos banianes en quienes Narada fiaba mucho y que se habían comprometido a ir a donde se les mandase, cuidando y guiando las mulas con el auxilio de cinco hábiles naires.
«Lo haré, sí, señor contestó al fin, cuidando luego de buscar inconvenientes al plan del sacerdote . ¿Pero a dónde iré yo que él no venga tras de mí? Al último rincón de la tierra ha de ir a buscarme. Porque usted no sabe lo desatinado que está por... esta su servidora».
Y gracias a esta caridad añadió fray Gabriel , cáteme usted aquí cuidando la huerta; pero desde que se vendió la noria, no puedo regar ni un palmo de tierra; de modo que se están secando los naranjos y los limones. Fray Gabriel continuó la tía María se quedó en estas paredes, a las cuales está pegado como la yedra; pero, como iba diciendo, ya no hay más que paredes. ¡Habrá picardía!
Luis de Santa María, entre los protectores del Monasterio de Yuste; lista en que más adelante figuran potentados y monarcas. Aquellas celdas fueron al principio sumamente toscas y reducidas, cual convenía al objeto de los fundadores, quienes no dejaron de seguir cuidando también la Ermita del Salvador y de orar en ella diariamente.
Yo estaba temiendo un conflicto. Pero no lo hubo. Aquella misma noche se mudó el catalán de la casa. Aunque no tan asiduamente como antes, continuaba asistiendo a la tertulia de las de Anguita, cuidando, por supuesto, de salir antes de las once. Joaquinita seguía persiguiéndome con sus cuartos de hora de conversación zalamera, empalagosa.
Aparecía con frecuencia cerca de la verja una niñera alemana cuidando de un chiquitín peliblanco y cabezudo, que jugueteaba a gatas sobre la alfombra con un osezno de peluche. Al verla, los muchachos sonreían con repentina confianza. Era de su misma clase social, y esto bastaba para desatar las lenguas e iluminar los ojos con el fulgor del deseo.
Deben comprender todos los habitantes de este pueblo que el trabajo y la limpieza son cosas que recomiendan los sagrados preceptos, por lo tanto, debe empezarse el trabajo temprano, cuidando antes de barrer y limpiar los alrededores de sus casas. Art. 13. Los que deseen promover demandas dentro de mis atribuciones, me encontrarán en el Tribunal á cualquier hora que me busquen. Hé dicho.»
Después de todo, lo hace por mí más que por él. Además, en los disparates hechos, la culpa fué mía tanto como suya, quizá más mía. Así, pues, quietos aquí, cuidando vacas y ovejas, gallinas y patos, y cantando la pira... Estuve tentada de irnos una semana a Buenos Aires para asistir al baile que dió el Intendente.
Palabra del Dia
Otros Mirando