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Actualizado: 16 de junio de 2025
Luego la fórmula comun, á mas de ser igualmente exacta que la de Kant, es mas sencilla, mas inteligente, y mas fácilmente aplicable. ¿Pueden desearse calidades mejores para un criterio universal, para la condicion sine qua non de la verdad de nuestros conocimientos?
Vos que sois un hombre de criterio, señor cura, ¿no halláis que los conocimientos sociales son una idiotez? Probablemente bastaría una declaración mía para hacer la felicidad de toda mi vida, cuando, he aquí, que unas leyes inventadas por alguna cabeza sin discernimiento, me prohíben seguir mis inclinaciones, revelar mis pensamientos íntimos, y declarar mi amor a la persona que amo.
Dicen otros, que el principal criterio; esto es, el principal camino por donde se llega á la verdad, son los sentidos, y tambien tienen razon. Consiste esto en que los sentidos son fieles en representar las cosas segun se les presentan, y así no engañan; pero juzgando precipitadamente por el informe de ellos, caemos facilmente en el error.
Esta es la nocion esencial mas cumplida del criterio de la evidencia inmediata; por la cual se distingue del de la conciencia y del sentido comun. He dicho que hay alguna dificultad sobre si este carácter conviene ó nó á la evidencia mediata: con lo cual doy á entender que tambien en la evidencia mediata la idea del predicado podria estar contenida en la del sujeto.
Pero no se había atrevido a comunicar sus aprensiones a ningún superior, obedeciendo a un criterio, merced al cual había desempeñado treinta años seguidos con dignidad y prestigio sus funciones complejas de aseo y vigilancia. En presencia del Magistral, Celedonio había cruzado los brazos e inclinado la cabeza, después de apearse de la ventana.
Todas estas compilaciones, en las cuales se observa la regla de que cada tomo ha de comprender 12 comedias, tienen un valor indudable como repertorio abundante de la literatura dramática española; pero no pensamos, como Bouterwek, que pueden aprovecharse por el historiador del gusto nacional español, para averiguar por este medio cuáles han sido en ciertas épocas los dramas más aplaudidos de España, porque todas esas colecciones, en lo general, se han hecho sin buen acierto ni criterio, y contienen lo mediano y lo malo confundido con lo excelente, probando que los impresores, sin atender ni al mérito ni á la fama de las comedias, imprimían cualesquiera que les venían á las manos.
Entonces una democracia nacida en los trastornos de la revolución y alzamiento nacional, fundaba el moderno criterio político, que en cincuenta años se ha ido difícilmente elaborando. Grandes delirios bastardearon un tanto los nobles esfuerzos de aquella juventud, que tomó sobre sí la gran tarea de formar y educar la opinión que hasta entonces no existía.
Conociendo perfectamente su valer moral, admiraba en ella las virtudes que él no tenía y que según su criterio, tampoco le hacían mucha falta. Por esta última razón no incurría en la humildad de confesarse indigno de tal joya, pues su amor propio iba siempre por delante de todo, y teníase por merecedor de cuantos bienes disfrutaba o pudiera disfrutar en este bajo mundo.
Y para que la tarea les fuera aún más fácil, tomaban por base de sus disertaciones los ingeniosos conceptos de cierto periódico, al cual habían subordinado ciegamente su criterio. El tal periódico no asentaba jamás un principio sin un pero; no mostraba un color que no pudiera confundirse con otro a la más leve interposición de una frase artificiosa, que nunca faltaba a la mano.
Había casado muy joven con una niña de familia, sin belleza, sin voluntad y sin criterio propio, que veía por los ojos de su marido; tan tonta, sosa y descolorida, que era como cuerpo sin alma o lámpara sin aceite, precisamente el conjunto de cualidades que debía reunir una mujer, para poder desempeñar el pesadísimo cargo de esposa, ante Dios y los hombres, de don Aquiles Vargas.
Palabra del Dia
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