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Actualizado: 2 de junio de 2025


La hermosa que le tenía sorbido el seso era una dama principal de Andalucía, la condesita del Padul, joven de diez y nueve años, heredera de una inmensa fortuna. La amaba y se creía correspondido; no porque ella hubiera soltado aún el apetecido, sino porque había dado de ello tales muestras tácitas que Villa no podía resistirse más tiempo a creerlo.

El Conde queda tan encantado de las gracias de Alfreda, que, desentendiéndose de la comisión de su soberano, la pide para . El Rey la conoce aquí, habiéndose extraviado en una partida de caza, y se enamora de ella violentamente siendo correspondido. Cuando averigua el engaño del Conde, declara nulo su casamiento, y se lleva á Alfreda á su palacio para contraer con ella matrimonio.

Le recordaba todas las inconsecuencias, todo el engaño con que ella había logrado hasta entonces hacerle llevar "la cadena de un amor sólo correspondido con ya insufribles perversidades". Había resuelto, esta vez definitivamente, y en ello empeñaba su palabra, romper el compromiso si no se avenía ella a cambiar de actitud.

Se presentó en la nueva casa correctamente vestido de negro, serio y grave, con un rollo de papeles en la mano; Casilda no quería recibirle, pero Pablo, más conciliador, le hizo pasar a la sala y allí, inclinándose con afectación de académico, declaró que iba a rendir cuentas del albaceazgo y a entregar lo que en la partición había correspondido a los herederos, después de pagar deudas y honorarios, para lo cual había habido necesidad de vender las propiedades, como lo sabían muy bien.

Se sentó a su lado y le dijo así, esforzándose por sonreír: Antes de separarnos, señora mía, sería bueno quizás que reanudásemos nuestra conversación de ayer... Temo no haber correspondido como debía a la confianza de que me dio usted tan gran testimonio... Al ver mi prisa por marcharme, seguramente me acusó usted de indiferencia. No hay nada de eso.

Allá veremos, allá veremos respondí con petulancia, afectando aire reservado. Venga usted mañana, que tengo que darle otra carta. Con la alegría acudió a mi la actividad. Casi me hallaba seguro de ser correspondido. Villa, a quien tuve la flaqueza de comunicar mi dicha, entre sorbo y sorbo de café, me confirmó en ella, diciéndome después de leer la carta: ¡Olé por la monjita barbiana!

Ferpierre admitía, pues, que la joven fuera partidaria del amor libre, pero, sin embargo, este amor debía ser correspondido, debía fundarse sobre una sinceridad, sobre una fidelidad, siquiera temporal, de que Zakunine era incapaz, como lo demostraba su pasado.

Viviendo en la corte más brillante de Europa de aquella época, en comercio inmediato con un Rey ilustrado, entre gentes que también lo eran y conocedoras del mundo, entre galantes caballeros y damas seductoras, ¿era posible que Calderón hiciese vida de anacoreta, y que no le ocurriese ninguna aventura novelesca, ni tomase tampoco parte en ningún desafío? . La dicha del amor afortunado, los tormentos del no correspondido, la rabia de los celos, todos esos sentimientos, que pinta con una verdad tan elocuente, ¿había de conocerlo sólo por intuición poética, y no por su propia experiencia?

Seguro estoy de que en las venideras edades no han de creer y han de negar los críticos juiciosos estos ridículos desatinos; pero yo los he visto y no puedo negarlos. Bernardín Riveiro, por otro lado, tiene algún fundamento para hacer lo que hace. La Infanta había correspondido a su pasión; le había querido y había dejado de quererle, pues se casó con otro.

Pero, al distinguir a Morsamor con inocentes favores, al atraerle con blandas sonrisas y con apenas perceptibles, fugaces y dulces miradas, y al mostrarse con él más conversable y benigna que con los otros hombres, doña Sol hizo que él se engriese y se juzgase correspondido.

Palabra del Dia

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