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Actualizado: 7 de junio de 2025


Los discursos son originales y chispean de la gruesa sal gala; luego viene el bautismo que consiste en recibir sobre la cabeza una poca de agua sacada de una enorme pila de goma y sufrir un simulacro de afeite. Pero en seguida la cubierta se convierte en la azotea de nuestros antiguos cantones de carnaval. El agua corre a torrentes, los golpes se suceden, la algazara llega a su colmo.

respondí mientras sentía en el corazón un agudo dolor, es el término para hablar de la muerte de las personas queridas... La esperanza, palabra de alegría y de dicha, se convierte en ciertas circunstancias en sinónima de tristeza y de luto... Boulmet hizo el gesto vago de un hombre que no puede cambiar nada de las cosas y siguió su relato sin que la abuela hubiese manifestado la menor emoción.

Son los hijos de la pobreza y la ignorancia, pensó Lázaro; la ley de la Naturaleza es la vida; la ley del hombre es el dolor. Su alma sufrió una sacudida horrible: la trasformación que venía realizándose en su espíritu se completó en aquel momento, y la metamorfosis que convierte en amor al prójimo el feroz egoísmo de la fe, quedó cumplida.

Por esas miríadas de bocas y de poros absorbiendo incesantemente venillas, gotas ó simple humedad derivada del arroyo, la ciudad se convierte en un inmenso organismo, en un monstruo prodigioso absorbiendo torrentes de un solo sorbo para calmar su sed. Hay ciudades que no se satisfacen con sólo un arroyo y se alimentan á la vez de varios, afluyendo de todos lados por acueductos divergentes.

De estas tres complicaciones, y de otras que nacen de su argumento, combinadas con el mayor ingenio, teje Alarcón su fábula, desenlazándose de suerte que el embustero pelea con su amigo, se convierte en objeto de las burlas de todos, pierde la mano de su amada y se casa con otra que no es de su agrado.

Personifica en Dios mas el poder que el amor, mas la justicia que la misericordia; le presenta colérico y dispuesto á precipitar al fondo de los abismos á cuantos no hayan concentrado en él su corazon y su inteligencia; impone los ánimos por medio del terror, y convierte á los pueblos mas bien que en creyentes, en esclavos de la creencia.

Gran amigo de M. de Lamartine, mi cuñado, dio por amistad lecciones de matemáticas a mi Alfonso. Era uno de estos monumentos antiguos que no quisiéramos jamás ver derrumbados. Amamos el tiempo cuando somos jóvenes, pero al llegar a viejos, el amor se convierte en veneración.

He ahí una sabia posición contra los murmuradores. Pero ¿y si la murmuración es justa, como sucede casi siempre? Claro que el murmurado tiende a creer que es injusta, suponiéndola muy justa cuando él se convierte, a su vez, en murmurador. La civilización tiene su origen en un vasto conjunto de temores, desde las leyes escritas hasta las prácticas sociales.

A los ojos del legislador indio, todo el destino de la mujer se reduce a dar al hombre hijos y a perpetuar la especie humana. La mujer no goza de los favores que la ley le concede hasta que se convierte en esposa y madre. Los indios eran gente de buen sentido dijo la abuela con aplomo. ¿Y Zoroastro? exclamé riendo.

Después que la ha herido mortalmente, reconoce el padre á su perdida hija, y mientras los suyos la rodean afligidos, exclama Del cielo he de ser cosaria, Que pues la piedad inmensa Al pecador busca, y ama Al que se convierte; yo, Como el ciervo que las aguas Solicita, le deseo; Ya son suyas mis entrañas.

Palabra del Dia

vorsado

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