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Actualizado: 7 de junio de 2025


Tal proceder me parece una verdadera profanación; pero á ella se exponen los escritores que no saben ó no pueden concentrar las grandes facultades con que la naturaleza les ha favorecido. Y basta ahora acerca de la estructura ó esqueleto de la novela.

Entonaron los frailes los suaves cánticos rituales; nubes de incienso se difundieron por las naves del templo; pero aunque Fray Baltasar quiso concentrar su atención en el oficio, volaba su imaginación y sentía grande angustia al pensar que su arte, tan maravilloso que asombraba al mundo, había desaparecido, quizá para siempre.

Este poeta, dotado de tan rica fantasía, y dominando su idioma como lo hace, podría distinguirse sobremanera si supiera concentrar sus fuerzas y dar más precio á la calidad que al número de sus poesías; pero lo seduce su singular facilidad para escribir, trata á la ligera los asuntos en que se ocupa, y en sus dramas se nota demasiado su tendencia constante á la improvisación.

Los planos de las minas, las vistas de las fábricas de la casa, adornaban las paredes. Aresti, después de una corta espera, fué introducido en aquel despacho, del que se hablaba en Bilbao como de un laboratorio misterioso, donde Sánchez Morueta fabricaba raudales de oro con sólo concentrar su pensamiento. ¿Cómo estás, Luis?...

Y él, en medio de su debilidad, latentes las sienes por el zumbido cerebral que acompaña al desvanecimiento, hacía esfuerzos para concentrar sus energías en las piernas, avanzando paso tras paso, con el temor de quedarse para siempre en el camino. ¡Qué interminable la bajada a Can Mallorquí!

Pero si antes le costaba trabajo concentrar su atención, ahora le fué del todo imposible; de tal suerte, que á los pocos minutos dejó la pluma descansar, metió las manos en los bolsillos y se recostó en la silla, quedando inmóvil con los ojos en la pared.

Después, pasando sobre su frente la mano temblorosa como para concentrar sus pensamientos, se puso a hablar ligero con voz entrecortada: ¿Eres , Juan?... ¡ah! , yo sabía bien que serías quien me sacaría de este agujero... fuera de las tinieblas... tienes un brazo robusto... robusto... , , yo te esperaba... yo sabía que vendrías... ¡oh! ¡qué mal estaba, qué mal!... pero ya estás aquí... quita esa piedra... aquí, aquí, sobre mi pecho, sobre mi cabeza.

Una exaltación de su sensibilidad la hacía ver culpas y remordimientos en todos sus actos anteriores. «Además, las mujeres continuó diciéndose , al menor choque nervioso, lo primero que pierden es la lógicaNecesitaba concentrar su rencor en alguien que no fuese ella, y como Miguel creía no haber perdido la lógica, hizo caer la responsabilidad de todo sobre Martínez. Este era el único culpable.

La voluntad de vivir, la voluntad de gozar, la ilusión de la ganancia, obraban como anestésicos, se sobreponían á las preocupaciones, haciendo que todos olvidasen, para concentrar su existencia en el momento presente. Esta precipitación general hacia el juego abierto disgustó al príncipe y le hizo detenerse en la suave pendiente de los jardines.

Al concentrar la atención en su primo, volvía á admirar sus manos; aquellas manos únicas, que parecían dotadas de vida y pensamiento aparte; que iban instintivamente, entre el montón de papeles, en línea recta y sin vacilación hacia aquello que deseaba la voluntad. Eran como animales independientes puestos al servicio del cuerpo, pero con fuerza propia para vivir por solas.

Palabra del Dia

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