Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de mayo de 2025


Cuando el sacerdote se acercó al enfermo y le vió, á la luz de la lámpara, inmóvil, los ojos cerrados, la mano que había estrechado la suya, abierta y estendida al borde de la cama, creyó un momento que dormía: pero observando que no respiraba, tocóle suavemente y entonces se apercibió de que estaba muerto: comenzaba á enfriarse. Arrodillóse entonces y oró.

Pero en el momento en que comenzaba a concebir una vaga esperanza de que quizás se había equivocado, el señor Crackenthorp y el señor Lammeter, sorprendidos por aquella extraña visita, ya se habían adelantado hacia Silas. Godfrey se les reunió en seguida, incapaz de permanecer quieto y sin recoger la menor palabra.

Pero cada diez minutos asomaba su cabeza juguetona le mot pour rire; él daba el ejemplo, dejaba el manuscrito, comenzaba por sonreír, miraba a Julio Simon, que se retorcía a carcajadas en un banco próximo, sobre todo cuando el trait había rozado de cerca la política y todo el voluminoso cuerpo de Renán se agitaba como si Momo le hiciese cosquillas.

La pared del huerto que tenía á su espalda el cazador comenzaba ya á consolidarse: sólo un tramo de dos varas estaba sin revestirse de las verdes ligaduras, y sostenido por un prodigio de equilibrio.

En ocasiones, cuando algún caballero de la Pola venía á visitarle, repentinamente comenzaba á dar furiosos paseos en su presencia, y parándose de improviso y señalando con extravío á las paredes y al techo de la estancia exclamaba: ¿Ve usted este salón? ¡Pues los pájaros no tardarán mucho tiempo en anidar aquí!

Dormitaba él un poco, y después, asombrado del silencio y largo sopor de Lucía, levantábase, receloso de que la hubiese sobrecogido un síncope. Iba a ella, inclinándose, y otra vez tornaba a su rincón, habiendo percibido el ritmo acompasado del pacífico respirar de la niña. Difusa y pálida claridad comenzaba a tenderse sobre el paisaje.

Comenzaba a caer la tarde; llegaba la noche, como precursora de un nuevo día. También el crepúsculo de las aspiraciones humanas era momentáneo. La Justicia y la Libertad dormitaban en la conciencia de todo hombre. Ellas despertarían.

»Se interrumpió ruborosa y ambos instintivamente cruzamos una mirada. Nuestro espíritu comenzaba a vislumbrar la verdad. Fijé mis ojos en los de Magdalena y repetí, como si a mismo me hiciese aquella pregunta: » Una amiga muy conocida y muy querida desde la niñez... » Un amigo cuyo corazón no tuviese secreto para ... dijo Magdalena. » Buena, cariñosa, inteligente.

Duró esta aventura diez y ocho meses, y comenzaba ya a sentir las proximidades de la saciedad cuando recibió un día la notificación de un cambio de residencia. Al conocer la triste nueva, la señora Miguelina se deshizo en lágrimas.

Pero ella le quería, estaba segura de ello, le quería con un cariño filial, mezclado de cierta confianza conyugal, que valía por lo menos tanto, a su modo, como una pasión de otro género. Y además, si no fuera por don Víctor, el Magistral no tendría por qué defenderla, ni aquella lucha entre dos hombres distinguidos que comenzaba aquella tarde tendría razón de ser.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando