United States or Tokelau ? Vote for the TOP Country of the Week !


La altra e che ha auuto gelosia di auerse la Rp.^ca valuto di questo Regno per grani. Le altra, che il Papa voleua imponere vna noua X^ma sopra li Ecclesiastici veneciani per aiutar al imp.^or, e la Rep.^ca non lo ha voluto consentir. Il discurso di queste cose lasso per altra occasione che bene, et assay e che dir. De V. S. Ill.^ma Ant. Pz. Mylord Imbassator. Colec.

Precisamente, Melchor; eres un modelo que todos estimamos en lo que vale; pero si yo pretendiera imitarte resultaría un mamarracho. ¡Modestia... ché... modestia! Los hombres podemos y debemos imitarnos. Yo podría ser igual a ti o a Ricardo, pero no me conviene... en cambio, ¿a ti te conviene ser como yo?... ¡pues me imitas!

A me tiene esto más preocupado de lo que te imaginas; pero no me resuelvo a hablarle porque temo que se enoje; por otra parte, ya no es un chico, y quién sabe a qué propósitos responde con su actual conducta. A nada, ché, Lorenzo, ¿qué se va a proponer?... Es dejadez, no más; va en camino de ponerse en el mismo estado de laxitud o de atrofiamiento moral en que nosotros estábamos.

¡Cómo te acuerdas!... ¿ eh? pero puedes tocar no más, sin temor de que llore; ¡yo creo que a cada hora que paso aquí me renuevo de pies a cabeza! A me pasa lo mismo; tengo ganas de gritar a veces: ¡estoy contento!... ¡Viva Melchor!... así... ché, como un chico dijo Ricardo abrazando efusivamente a su noble amigo.

Cuando ocurría uno de estos incidentes, don Roque, olvidando las larguezas de González, se mostraba indignado. ¿No te decía yo que esto acabaría mal, Gallego?... Ahora veremos lo que dicen de Buenos Aires. En una de éstas, ché, voy á perder mi puesto. Pero ni de Buenos Aires hablaban, ni don Roque perdía su cargo.

¿Ni cuando estuvimos cerca, de una hora parados antes de llegar a «Pehuajó»? ¿Parados?... ¿Por qué?... No me he dado cuenta. ¡Ni yo tampoco! Porque la máquina que pusieron en la estación «Guanaco» no andaba bien... ya lo había dicho el jefe... ¿Y por qué la pusieron? Porque al descarrilarse la que traíamos se le rompió un eje. ¿Dónde descarrilamos? ¡Por lo visto han dormido, ché!

Estas palabras produjeron en Ricardo, a quien iban dirigidas, una impresión tan intensa, que pretendiendo disimularla, dijo dirigiéndose a Lorenzo: ¡Ché!... ¿Y los diarios?... ¿dónde los han puesto que no los veo? Están ahí arriba respondió Melchor, señalándolos, y agregó: ¿no les parece que sería bueno almorzar?... ¡Yo siento una languidez!...

El zaino salió en su estilo habitual, marchando tras de Ricardo, que se había adelantado bastante, en «su» malacara; pero Melchor advirtió que Lorenzo permanecía en la caballeriza, y se detuvo a decirle en voz alta: ¿Continúa el interrogatorio? No... ché... ¿Y qué haces ahí?... ¡Ven! ¡Es que este caballo no anda!.... Castíguelo sin recelo, don Lorenzo le dijo Baldomero, es medio remolón al salir.

¡Perfeccionado, ché! como que a los preceptos les sucede lo mismo que a los gringos: se perfeccionan aquí... entre nosotros... Les pasa en nuestro país lo que nos ocurría antes con nuestros cueros, que los mandábamos a Europa para que nos los devolvieran curtidos y utilizables... a nosotros nos mandan residuos cloacales y nuestra vitalidad social los depura y los devuelve ¡cuando se van! curtidos y utilizables; pero dejando estas filosofías... ¡come!... ¿te sirvo otro «filet»?...

«Basti per onor di Lope il consenso ed applauso delle nazioni, poiché in Italia é Francia quelli che rappresentano Commedie, per accrescere il guadagno mettono nei cartelli, che rappresentano un soggetto di Lope de Vega, é con questo su manca loro Coliseo per la gente é Casse per i danariObras sueltas, tomo XXI, pág. 18.