United States or Niger ? Vote for the TOP Country of the Week !


Conque, ¿vamos, Baldomero? ...Cuando... quiera... don Melchor dijo Baldomero, que se había quedado contemplando a Ramona. Acompañados por Ricardo y Lorenzo se dirigieron a la caballeriza donde Hipólito palmeaba en la tabla del pescuezo al Platero, mientras lo tenía sujeto por una oreja. Aguarde que yo monte, don Melchor; ¡tenéselo, ché, Hipólito! ¿Por qué, Baldomero?

Es que aquí no se les persigue y, al contrario, cuando están las muchachas les echan montones de alpiste y de maíz de guinea por todas partes. ¡Qué lindo es eso! Aquí todo es lindo, ché, hay que convencerse, y si no fuera que la estancia queda tan lejos de Buenos Aires, yo me vendría a vivir a ella para siempre. ¿Y qué te lo impide?... Al fin tu empleo no te da gran cosa.

Ahime, quest'é quell'hora, Che m'insegna á saper che cosa é affano. O del mio ben amico, avara notte, Perche si ratto corri, fuggi voli, A sommerger te estessa é me nel mare? Compárese con esto á Shakespeare: JULIET. Wilt thou be gone?

¡Que cante el virola! gritaba uno de los oyentes. ¡Tu madrina! contestole el guitarrero, que en efecto tenía los ojos más torcidos que una encrucijada. Cantá ché lo que has arreglao pa la Guardia Nacional.

Dejemos al amigo Ojeda que siga su destino.» Y cuando dudaba entre ocupar una mesa libre o irse al fumadero en busca de sus amigos los comerciantes españoles, se vio llamado por el doctor Zurita que, repantingado en un sillón, le mostraba un papel. Che, Maltrana, venga para acá. Pero ¿ha visto qué graciosos son estos gringos?...

Lo mismo pasaría si habláramos de modas. ¡No, ché, Ricardo, por favor! No hablemos de modas por más que sea el tema predilecto de los hombres de... la actualidad. Eso es cierto dijo Lorenzo, más de una vez lo he comprobado. Yo lo he comprobado cuantas veces he visto reunidos media docena de caballeros y de damas. No diré tanto; pero es frecuente...

Valiéndose de su condición de padrino, tal vez averiguaría cosas muy graciosas é interesantes. Bueno, ché; será como usted quiere. ¡Qué no me hará hacer este tinterillo!

¡Qué!... ¿quieres seguir comiendo?... le dijo Melchor, en broma, alcanzándole su gorra de viaje. ¡Dios me libre! Ché, Ricardo, ¿y , no quieres tomar algo? ¡Dios me libre! repitió éste como un eco de Lorenzo. ¿Conque... Dios los libre?... ¿eh?... vamos progresando.

¡A la orden, señor comisario! Y el comisario un viejo criollo, de cara bonachona y sonriente alzó la vista, me miró, y dijo: "Esperá", mientras concluía la tarea de poner el sobre escrito a una carta. ¡Decime, che!... ¿Has sido sargento del sexto? ¡, señor!

¡Admirable! ché: fíjate bien en toda la filosofía de esa fórmula tan sencilla puesta en boca de un hombre de campo que en medio de sus contrariedades comprende que debe ser amable con quienes no tienen la culpa de ellas y lo expresa así: «¡tragando amargo y escupiendo dulce