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Actualizado: 3 de mayo de 2025
Los alemanes eran los que pegaban más fuerte. «Con ellos no se juega: son muy brutos.» Y parecían admirar la brutalidad como el más respetable de los méritos. «¿Por qué no dirán eso en su casa, al otro lado de la frontera? protestaba Chichí . ¿Por qué vienen á la del vecino á burlarse de sus preocupaciones?... ¡Y tal vez se creen gentes de buena educación!»
Es allí donde vagan ciento ó doscientos mil obreros sin trabajo, levantando su triste clamoreo por do quiera, ostentando sus harapos, pidiendo limosna á todo el mundo, aplacando el pesar con la embriaguez, y ofreciendo en sus riñas, sus escenas de pugilato y sus mil actos de brutalidad salvaje el espectáculo de la cólera, la degradacion y la miseria á que la falta de trabajo, la absoluta ignorancia y los vicios de la ociosidad los han conducido.
Volvió á tierra nervioso é inquieto. Su zozobra le hacía temer esta entrevista, y al mismo tiempo la deseaba. «¡Adelante! Yo no soy un niño para sentir tales miedos», se dijo al entrar en su cuarto y ver á Freya esperándole. La habló con la brutalidad del que necesita terminar pronto... «No podía encargarse del servicio que le había pedido la doctora. Retiraba su palabra.
La democracia, a la que no han sabido dar el regulador de una alta y educadora noción de las superioridades humanas, tendió siempre entre ellos a esa brutalidad abominable del número que menoscaba los mejores beneficios morales de la libertad y anula en la opinión el respeto de la dignidad ajena.
No, no crea usted en ninguna brutalidad de su parte... Al contrario; protestó de su cariño, de su abnegación... Quiere conservar mis cartas por ternura, y acaso porque sabe vivir... Ayer todavía se atrevió a pedirme que continuásemos esa correspondencia. ¿Está usted segura dije vacilando, de que no piensa en el matrimonio?
En todos los cafetines y los palacios nocherniegos se habla de este elegante y ex municipal Mecenas con gran encomio. Los pedigüeños saben bien que a los comerciantes no se les puede sacar dinero. Son de una brutalidad inconmovible. Os hablan de que el cajón es menor de edad y otras cosas beocias.
Vió además Gillespie que la mayor parte de los jinetes que mantenían en respeto á la muchedumbre eran hombres igualmente; hombres enormes y barbudos, con una expresión de estupidez disciplinada, de brutalidad automática, reveladora de su situación inferior. A pesar de que iban armados con grandes cimitarras, su traje era una túnica igual á la de las mujeres. Todos ellos parecían simples soldados.
Era el que más le ofendía cada vez que intentaba darle buenos consejos. «Ustedes los periodistas, que son medio locos...» «Usted, que no hará nada en América porque es escritor...» Manzanares admiraba la brutalidad como la más grande de las facultades, y se hacía lenguas de un gobernante cuando amenazaba con perseguir a «la canalla popular».
Entonces es posible que lleguen á comprenderse las causas que determinaban, el que aquel país, oprimido por el pasado de algunos siglos bajo la mano cruel del despotismo, la brutalidad de las pasiones, el interés torpe y la ignorancia, llegase á revestir algo parecido á la abyecta condición del paria.
Surgían entre ellos numerosas rivalidades y apuestas, especialmente en esta época, que era cuando aumentaba la concurrencia del establecimiento. Los tres valentones pujaban en brutalidad, ansioso cada uno de alcanzar renombre sobre los otros. Batiste había oído hablar de esta apuesta que hacía ir las gentes á la famosa taberna como en jubileo.
Palabra del Dia
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