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Actualizado: 19 de junio de 2025
La única época histórica que les seduce es la comprendida entre la irrupción de los bárbaros y el Renacimiento. Dentro de esta época la institución que despierta en su juvenil fantasía mayor copia de romances octosílabos y endecasílabos, es el feudalismo. El mosquito legendario no comprende cómo se puede vivir sin almenas, sin alfanjes, puentes levadizos, cascos y cimitarras.
Con sólo media docena de zancadas llegó el coloso á la puerta de la prisión, hundiendo sus pies en la muchedumbre armada. Las amazonas enviaron á lo alto una nube de flechas contra su pecho y su cabeza, mientras los jinetes de las cimitarras intentaban herirle en las pantorrillas.
Una masa de cascos y chambergos chocaba, sobre dos navíos aferrados, con otra de turbantes blancos y rojos, y sobre ellas alzábanse mandobles y picas, cimitarras y hachas de abordaje. El disparo de cañones y trabucos cortaba con lenguas rojas el humo del combate.
Nosotros, gentleman, sostenemos un ejército por exigencias de la moral: para que no se perturben las abstinencias virtuosas que debe guardar la juventud. Pero yo dijo el gigante he visto hombres en ese ejército: atletas barbudos con traje de mujer y grandes cimitarras, que iban á caballo y eran mandados por oficiales hembras.
Vió además Gillespie que la mayor parte de los jinetes que mantenían en respeto á la muchedumbre eran hombres igualmente; hombres enormes y barbudos, con una expresión de estupidez disciplinada, de brutalidad automática, reveladora de su situación inferior. A pesar de que iban armados con grandes cimitarras, su traje era una túnica igual á la de las mujeres. Todos ellos parecían simples soldados.
Eran escenas mitológicas y bíblicas; damas arrogantes, de abultadas carnes color de rosa, que comparecían ante guerreros rojos o verdes; enormes columnatas; palacios con guirnaldas de flores; cimitarras en alto, cabezas por el suelo, tropeles de caballos panzudos con una pata en alto: todo un mundo de viejas leyendas, pero con tintas frescas a pesar de los siglos, y entre franjas de manzanas y hojarasca.
Palabra del Dia
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