Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de octubre de 2025


10 La dicha por malos medios, de Gaspar de Ávila. 11 San Diego de Alcalá, de Lope. 12 Los tres señores del mundo, de Luis de Belmonte. 1 Amigo, amante y leal, de D. Pedro Calderón. 2 Obligar con el agravio, de D. Francisco de Victoria. 3 El lego de Alcalá, de Luis Vélez de Guevara. 4 No hay mal que por bien no venga, de D. Juan Ruiz de Alarcón.

Vengo de Belmonte y me propongo llegar á Munster esta noche ó mañana. Y viniendo de Belmonte, me basta miraros para conocer que habéis sido discípulo de los monjes.

Pensando iba Roger que ni podía regresar á Belmonte en el término de un año, ni asomar por las inmediaciones de la casa paterna sin que su atrabiliario hermano le echase los perros encima; y que por consiguiente se hallaba en el mundo á la ventura, sin saber qué hacer y harto escaso de recursos para continuar viajando y gastando, sin oficio ni beneficio.

Por un doblón de dos caras se nos muestra alegre la triste del procurador y de todos los ministros de la muerte, que son arpías de nosotras las pobres gitanas, y más precian pelarnos y desollarnos a nosotras que a un salteador de caminos; jamás, por más rotas y desastradas que nos vean, nos tienen por pobres; que dicen que somos como los jubones de los gabachos de Belmonte: rotos y grasientos, y llenos de doblones.

No puede ser, replicó el joven. De mil amores iría con vos á Francia ó á cualquier otro país, no sólo porque me place escucharos, sino porque fuera de Belmonte sois los únicos amigos que tengo en el mundo. Pero debo acatar la voluntad de mi padre muerto y ver ante todo á mi único hermano.

Convertido aquél en arrendatario de Belmonte, ocupó hasta su muerte la antigua casa señorial de Munster, habitada ahora por su hijo mayor, á quien dejó encomendado el cultivo de dos granjas y la propiedad de algún ganado y parte del bosque.

Oculto á medias en la sombra de un roble enorme, contempló embebecido aquella aparición radiante, aquel rostro puro y bello que le recordaba los de los ángeles pintados y esculpidos en los altares de Belmonte.

7 El inobediente ó la ciudad sin Dios, de Claramonte. 8 La rosa alejandrina, de Luis Vélez de Guevara. 9 El fuero de las cien doncellas, de D. Luis de Guzmán. 10 No hay contra el honor poder, de Antonio Enríquez Gómez. 11 La obligación de las mujeres, de Luis Vélez de Guevara. 12 Amor y honor, de Luis Belmonte. 1 La llave de la honra, de Lope de Vega. 2 Más pueden celos que amor, de Lope de Vega.

Por lo menos así lo deseo, respondió éste, conmovido ante la cariñosa acogida de sus amigos. ¡Bravo, muchacho! Juntos iremos los tres á la guerra, y que el diablo se lleve la veleta del convento de Belmonte. Pero ¿dónde te has metido, que vienes de barro hasta las rodillas?

Á ver las cuerdas, Pedro, y que lo ates de pies y manos de manera que no vuelva á escurrirse. Le ha llegado la hora y ¡por San Jorge! que de esta vez las pagará todas juntas. ¿Quién sois, joven? preguntó á Roger. Un amanuense de la abadía de Belmonte, señor. ¿Tenéis carta ó papel que lo acredite? ¿No seréis uno de tantos pordioseros como infestan estos caminos?

Palabra del Dia

amitié

Otros Mirando