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Actualizado: 21 de julio de 2025
Debían de vagar en él los expelidos del Montmartre próximo por la necesidad de un alojamiento más barato, ó las principiantas que aún no han logrado ropas ni maneras convenientes para deslizarse en los grandes restoranes nocturnos.
Yo no sé de leyes; pero la razón natural me dicta que contra la fe de bautismo, contra la serie de actos y documentos oficiales que te han hecho pasar hasta hoy por un hijo de un determinado y conocido López de Mendoza, no pueden valer testimonios sino de un orden excepcional y casi imposible. Doy, con todo, de barato que posees tales testimonios.
Y sobre la entonación de las coplas metió el Cojuelo tanta cizaña entre los ciegos, que, arrempujándose primero, y cayendo dellos en el pilón de la fuente, y esotros en el suelo, volviéndose a juntar, se mataron a palos, dando barato , de camino, a los oyentes, que les respondieron con algunos puñetes y coces. Y como llegaron a
El parisiense se levantó, la mujer rechoncha y la niña nos despidieron hasta la puerta, coreando un saludo de doscientas ó trescientas gracias, unas detrás de otras. Las gracias son el género más barato de Paris. Vale menos que el aire, que el agua y que la luz. ¡Qué baratura de género!
Pero la verdad es que le halagaba no poco la consideración de que, si bien se corrían riesgos al tomar un papel tan barato y de tan pingües rendimientos, en cambio, si llegaba a mantenerse firme, se hacía el negocio más bonito que pudiera imaginarse. Y como tanto le empujaba el estímulo como le detenía el temor, faltábale energía para adoptar una resolución terminante.
Dexé á Roma muy satisfecho con la arquitectura de San Pedro. Viajé por Francia, donde reynaba á la sazon Luis el justo; y lo primero que me preguntáron fué si queria para mi almuerzo un trozo del mariscal de Ancre, que habia asado la gente, y le vendian muy barato á los que querian comprar su carne para regalarse.
Ella, con esa alegría infantil de quien ostenta una adquisición nueva, le dijo: Mire Vd. mi compra. En todo Madrid no hay otro igual. Y barato. Cinco mil reales. Pepe, al examinar el espejo, hizo un gesto involuntario. ¡Qué! ¿Es feo? Luis XV, barroco puro... ¿O le parece a Vd. caro? No; es precioso. Entonces... ¡Vamos, hombre, hable Vd.! ¿Vale menos de lo que me ha costado?
El señor Cuadros, siempre ignorante de la verdadera situación de la casa, molestaba atrozmente a doña Manuela. Quería aparecer amable, y para esto la hacía ofrecimientos que resultaban sarcasmos. El se encargaba de la compra del caballo. Vería ella cómo le resultaba más barato; por una bestia tan hermosa como Brillante sólo tendría que desembolsar unos tres mil reales.
Digo, pues, que con todo su acompañamiento llegó Sancho a un lugar de hasta mil vecinos, que era de los mejores que el duque tenía. Diéronle a entender que se llamaba la ínsula Barataria, o ya porque el lugar se llamaba Baratario, o ya por el barato con que se le había dado el gobierno.
Cúreme el tal Golfín, y que me deje en los puros cueros...». Discurriose luego sobre si iría el enfermo a la consulta o harían venir a casa al oculista, decidiéndose Bringas por lo primero, que era lo más barato. «Paquito y yo nos metemos en un coche, y allá...». No, que no estás para salir a la calle.
Palabra del Dia
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