Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de mayo de 2025
Su estatura era medianamente alta, su talle, que jamás se había sometido a la presión del corsé, poseía toda la soltura, toda la flexibilidad que los novelistas franceses atribuyen falsamente a sus heroínas, embutidas en apretados estuches de ballena.
El actuario D. Casiano se levantó de su silla y le apretó contra su vientre de tal modo que el ingeniero decía más adelante que por un momento se creyó dentro de él como Jonás dentro de la ballena. ¡Y sin embargo, D. Casiano se comía con rematado placer media borona migada en leche! Pero se guardó bien de confesar esta flaqueza.
Sí, hija de mi alma, te quiero más que a mi vida... Perdóname. Yo también te quiero a tí... ¡A ellos no! Antes quería a madrina, pero ahora no... ¡Me ha pegado tanto! ¡Si supieras!... Me mordía, me arañaba, me arrastraba por el suelo, mandaba a Concha que me azotase con la ballena, me ataba con una cuerda como a los perros... ¡Calla, calla, que me matas! profirió Luis sollozando.
A ti te toca volver á empezar la serie de los nuevos seres por un prodigio inesperado, por un bosquejo grandioso de la cálida vida amorosa, de sangre, de leche, de ternura, que tendrá su desarrollo en las razas terrestres. La ballena.
Y trató de dar la vuelta para huir; pero los dedos acerados del clérigo le retuvieron por un brazo. Al mismo tiempo don Segis, creyendo llegado ya el momento de entrar en fuego, le descargó con su bastón de ballena un garrotazo en las espaldas. ¡Socorro! volvió a gritar el desdichado.
Si la ballena franca abomina las aguas calientes y no puede pasar el Ecuador, tampoco le será dado dar la vuelta á la América. ¿Cómo es, pues, que una ballena herida en este lado del Atlántico es vista á veces en el otro, entre la América y el Asia? Porque existe un paso al Norte. Segundo descubrimiento. Vivo resplandor esparcido tocante á la forma del globo y la geografía de los mares.
Habia cuatro meses que estaba ausente y en gran miseria por la pérdida de todas sus áncoras, menos una pequeña, y el capitan quiso pasar el invierno en Egmont, donde habia tres navios mas de Boston, que fueron tambien á la pesca de la ballena, y tuvieron la fortuna de coger tres cada uno, aunque sufrieron algunos trabajos por la falta de velas, járcias, y otros materiales, de que los proveyó Mr.
Se arrepintió de haber dejado olvidado en el hotel Trafalgar un puñal corso, joya terrible, que en todos lados colocaba sobre el ábaco de la chimenea. La hoja era azul como el muelle de un reloj, larga y flexible como la ballena de un corsé; la empuñadura era de ébano con incrustaciones de plata, y la vaina de platino grabado.
Otro peligro tiene esa pesca, y es que en vez de la ballena, puede encontrarse uno con su mortal enemigo, el terror de los mares, el cachalote. No es enorme éste, pues sólo mide de sesenta á ochenta pies; su cabeza tiene de veinte á veinticinco, una tercera parte de la dimensión total. En tal caso, ¡ay del pescador! El es el que á su vez se convierte en pescado, siendo presa del monstruo.
La travesía del Océano, cosa tan celebrada en el siglo XV, habíase llevado á cabo á menudo por el estrecho paso de Islandia á Groenlandia, y aun mar adentro, pues los vascos llegaban hasta Terranova. La travesía era lo de menos para gentes que iban á buscar al otro extremo del mundo ese supremo peligro: la lucha con la ballena.
Palabra del Dia
Otros Mirando