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Actualizado: 17 de julio de 2025
La cabeza de la muerta se deslizó y golpeó el suelo... ¡Roberto, hijo mío! gritó el anciano precipitándose hacia él. Este, con los ojos muy abiertos, paseaba en su derredor una mirada vidriosa; parecía no haber vuelto en sí todavía. De repente descubrió uno de los brazos de Olga que, en el momento en que el cuerpo resbalaba hacia un lado, se había atravesado sobre su pecho.
Pero de la que estaba más orgulloso y la que le había valido, al decir de él, infinitas enhorabuenas, era un cierto poema dedicado al desafío de dos íntimos amigos suyos, fatal para el uno de ellos, pues el contrario le había atravesado el vientre de un balazo.
En 1557, Julianillo Hernández llegaba á Sevilla: con su carga, había atravesado la península entera sin que ni justicia ni persona alguna sospechase que en aquellos dos toneles iban las armas más poderosas contra la religión del Estado, y que tanto efecto iban á producir.
Se detiene, ya no muge; sus piernas tendidas, los ojos sangrientos y la cola enroscada. Encomienda tu alma a Dios, José, porque la barrera está lejos y el toro cerca... Adelante, demonio... ¡adelante la afilada, espada!... ¡Demasiado tarde! la espada se ha roto en pedazos, y José, atravesado por un cuerno del toro, ha quedado clavado en la balaustrada.
Volvía a ver con el pensamiento los tiempos difíciles que había atravesado, y que apenas alumbraron algunos rayos de sol. Hacía seis años ya que su padre le dejó solemnemente, en su condición de hijo mayor, la granja, la antigua propiedad familiar, para retirarse a la pequeña ciudad y llevar en ella una vida apacible y cómoda.
Como la mayor parte de los cortijos de este país, donde las alturas y las mesetas están cubiertas de áridos arenales, la granja de Langot está situada en el hueco de un valle atravesado por un riachuelo. La arrendataria, que se hallaba mejor, se ocupó sin retardo de los preparativos de la comida, cuyos principales elementos habíamos tenido cuidado de llevar.
Valentina me esperaba y busqué a Valentina en el pueblo del colegio. Llevaba el espíritu enfermo y agitado bajo la influencia de los tormentos por que había atravesado y la realidad de un sueño de juventud iba a darme la eterna felicidad. Llegué y busqué la casa de Valentina. Ya no habitaba su familia en ella. Averigüé y la encontré al fin.
Por otra ventana veía el descampado de las Cambroneras, un gran espacio de tierra atravesado por un riachuelo, en el que lavaban sus guiñapos las gitanas, flotando sobre la corriente trapos y pedazos de periódicos. Enfrente abríase un gran portalón dando entrada a una callejuela de guijarros flanqueada por dos hileras de casuchas.
Pero antes de que pudieran repetir el golpe brilló la espada de Simón, y uno de sus enemigos cayó atravesado de parte á parte. ¡Adelante! ¡Seguidme, y á ellos! gritó Simón, y abriendo de par en par la puerta se lanzaron los tres ingleses fuera del cuarto, atropellando violentamente á dos hombres que hallaron á su paso y bajando las escaleras á toda prisa.
Uno de ellos era Manacica de nación, bautizado pocos meses antes y me servía de intérprete; tenía atravesado el brazo con una flecha, y por eso, heridos los nervios, le causaban desmayos y pasmos mortales; al otro, herido en el vientre, se le habían salido en gran parte las entrañas.
Palabra del Dia
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