Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de mayo de 2025


Amarguras, humedades en los ojos, en el pecho una honda herida... ¡Oh, flor de las sepulturas! ¡oh, tristeza de la vida! .................................................. De repente un gran quejido, de repente un gran lamento. una armonía inefable, un suspiro sofocado bajo las alas del viento... ¡algo que queda imborrable...! El muerto va en la carroza, anegada hasta los bordes de muchas rosas muy pálidas... Detrás, la pobre familia que padece y que solloza, ¡caras de pena que cubren temblonas manos escuálidas!

Se presentaba en plena tarde audazmente escotada, para lucir con orgullo sus albas y gelatinosas superfluidades. Usaba joyas gigantescas y bárbaras, en armonía con una peluca rubia á la que iba añadiendo todos los meses nuevos rizos.

Ostentaba alli sus ricos dones la naturaleza; aqui sus ricas galas, el arte; y brotaba de todas partes una armonía indefinible que hablaba al corazon, dejaba cautiva el alma y suspensos los sentidos. Apoderóse en breve de nosotros una dulce melancolía. Arrojó la historia sobre la ciudad un velo fúnebre; asaltaron nuestra imaginacion tristes recuerdos.

Con la cabeza ceñida por un pañuelo que dejaba sólo ver algunos rizos, la garganta y una buena porción del pecho al descubierto y los brazos por completo al aire, estaba sencillamente sublime. ¡Qué ondulaciones de torso! ¡qué pureza de líneas! ¡qué armonía! ¡qué majestad!

Nunca la criatura humana se adherirá de más segura manera al cumplimiento del deber que cuando, además de sentirle como una imposición, le sienta estéticamente como una armonía. Nunca ella será más plenamente buena que cuando sepa, en las formas con que se manifieste activamente su virtud, respetar en los demás el sentimiento de lo hermoso.

El huerto entonaba para ella una sinfonía interminable, en la cual la armonía de los colores confundíase con el rumor de los árboles y el monótono canturreo de aquella acequia fangosa y poblada de renacuajos, que, oculta por el follaje, sonaba como arroyuelo bucólico.

Caballero... me figuré que otras voces murmuraban en el mismo momento al señor Desmaroy, acuda usted pronto a Aiglemont... En esa peña viven en buena armonía el dote y la mujer que le esperan... Tome usted a peso el primero y sea indulgente con la segunda... ¿Qué importa ésta si aquél le agrada?...

En fin, D. Manuel había tomado en aborrecimiento su domicilio, y estaba en él lo menos posible. La tranquilidad no existía para él más que en la oficina, donde no hacía más que fumar y recibir a los amigos, y en casa de alguno de estos, como Bringas, por ejemplo. ¡Oh!, ¡cuánto envidiaba la paz del hogar de D. Francisco y aquella dulce armonía entre los caracteres de uno y otro cónyuge!

Nadie osará negar estas cualidades á la Odisea y la Eneida, ni al Quijote y el Gil Blas de Santillana, á pesar de sus numerosos episodios. Guardémonos de confundir la armonía con la simplicidad de la acción, ni siquiera con la regularidad de sus partes. Es algo más profundo y espiritual que surge espontáneamente de la belleza del asunto y del equilibrio en las facultades del novelista.

Es el amor con que sueña la juventud; que enciende el corazón sin consumirlo; que inunda nuestro espíritu de luz y de armonía, y penetra, cual bálsamo dulcísimo, por todos los poros del cuerpo. ¡Está usted elocuente! dijo la condesa mirando con sorpresa al joven, que daba muestras de hallarse conmovido.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando