United States or Madagascar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Guardémonos bien de buscarlo en el principio de la poesía romántica, puesto que estas palabras, según parece, obscuras y ocasionadas al abuso, tienden á poner en oposición el arte moderno y antiguo, lo cual no es cierto, puesto que del examen atento de las propiedades esenciales de ambos, sólo se desprende que forman un todo orgánico y homogéneo, á lo menos en lo más substancial.

Los escritores sobre derecho constitucional, ¿no tienen siempre en la boca á Benjamin Constant? Reconozcamos pues un hecho que tan de bulto se presenta, y no nos lisonjeemos de haber destruido lo que es mas fuerte que nosotros, pero guardémonos de sus malos efectos, en cuanto nos sea posible.

Las inefables armonías que hemos de suponer en la naturaleza ¿por qué no podrian ser percibidas de un modo sensible? Guardémonos de aventurar proposiciones sobre arcanos que nos son desconocidos: pero guardémonos tambien de señalar lindes á la Omnipotencia, llamando imposible lo que á los ojos de una sana filosofía, está en el órden de la posibilidad.

Y que así sucedió lo prueban, entre otras razones, las palabras auténticas de la carta del marqués de Santillana sobre el origen de la poesía castellana . Guardémonos, sin embargo, de darles una significación más general de la que tienen, si se consideran aisladamente, pues que sólo los poetas líricos, no los demás, imitaron gustosos á los trovadores.

Nadie osará negar estas cualidades á la Odisea y la Eneida, ni al Quijote y el Gil Blas de Santillana, á pesar de sus numerosos episodios. Guardémonos de confundir la armonía con la simplicidad de la acción, ni siquiera con la regularidad de sus partes. Es algo más profundo y espiritual que surge espontáneamente de la belleza del asunto y del equilibrio en las facultades del novelista.

Seamos en hora buena cautos en creer la existencia de fenómenos extraños, y no nos abandonemos con demasiada lijereza á sueños de oro; pero guardémonos de calificar de naturalmente imposible lo que un descubrimiento pudiera mostrar muy realizable; no demos livianamente fe á exageradas esperanzas de cambios inconcebibles; pero no las tachemos de delirios y absurdos.

Guardémonos, pues, de limitar la quina á su accion sobre el sistema vascular, á su virtud tónica ó á su propiedad hipostenizante; tanto mas, cuanto que segun la intensidad de su accion y su duracion, es sucesivamente escitante, sedativo, tónico, alterante, etc..... Es preciso estar entusiasmado por una idea sistemática largo tiempo sostenida, para clasificar todos los medicamentos con los nombres de hiperestenizantes ó hipostenizantes de los diversos aparatos orgánicos; clasificacion que se ha ensayado en la dominacion de las escuelas, sin conseguir otra cosa que enumerar con el primer título, esto es, de hiperestenizantes á algunas sustancias que en su accion completa solo habian llegado á deprimir las fuerzas, y conduciendo á la astenia, si bien produciendo alguna escitacion en su primera impresion sobre el organismo.

Así se armonizan el entendimiento y el corazon; así este presiente lo que aquel conoce; así se nos avisa por diferentes caminos que no creamos limitado el ejercicio de nuestras facultades á la estrecha órbita que se nos ha concedido sobre la tierra: guardémonos de helar el corazon con el frio de la insensibilidad, y de apagar la antorcha del entendimiento con el desolante soplo del escepticismo.

Intentemos, sin embargo, dar una idea clara del fondo y de la forma de estas obras originales, mencionando y examinando las más perfectas; guardémonos, no obstante, de aplicarles la terminología usada en tales casos, porque hasta para enumerarlas sería inservible.

No levantemos á estas sobre las morales; tengamos en mas á las morales que á las exactas; pero guardémonos de una exageracion que las destruye todas. En este resúmen se manifestará tambien el enlace de las doctrinas expuestas en los capítulos anteriores. Cuando la filosofía se encuentra con un hecho necesario, tiene el deber de consignarle.