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Actualizado: 9 de junio de 2025


No; que se ponga ahí, encima de ese barril y nos hable exclamó otro, que por las señas debía ser Matutero, el que atropello á Coletilla, según referimos al principio. Que hable, que hable gritó una mujer alta, huesosa, descarnada y siniestra, que parecía la imagen misma de la anarquía. ¡Que hable, que hable! Señores dijo Calleja alzando el dedo como si quisiera horadar el firmamento.

Se le conocía en seguida que no hablaba como las personas finas, y que tenía miedo y vergüenza de decir disparates. Esto la favoreció en opinión de doña Lupe, porque el desenfado en el lenguaje habría sido señal de anarquía en la voluntad. «No se apure usted le decía la viuda, tocándole familiarmente la rodilla con su abanico ; que no es posible aprender en un día a expresarse como nosotras.

El genio que preside esta anarquía Entre el vapor espeso de la orgía Desparrama en su aliento corrupcion: Aborto abominable del infierno, Ó maldicion tremenda del Eterno Porque el lazo rompimos de la union.

Cuenta uno con el argumento precioso de «la intervención norteamericana». El periodista que defiende al gobierno puede describir á los hombres de la oposición como «malos patriotas, que con sus insurrecciones provocan la anarquía y hacen inevitable una invasión de los norteamericanos para el restablecimiento del orden». Y á su vez, los escritores de la oposición, al atacar al gobierno, afirman que éste comete tales atrocidades, que, «al final, los Estados Unidos tendrán que intervenir para derrocar su tiranía». Sin el fantasma de la intervención norteamericana, ¿quién podría escribir en Méjico?...

A pesar de mi radical individualismo, he tratado de demostrar y creo haber demostrado que, hasta después de llegar á la deliciosa anarquía, término ideal de la perfección humana, conviene que persista algo á modo de gobierno, el cual dirija y ordene las manifestaciones ó epifanías del Genio colectivo: que persistan un ministerio del culto y otro del teatro y demás ceremonias, pompas y fiestas nacionales profanas.

Su coco es el urbano: no se sabe por qué le ha tomado miedo; pero que se le tiene es evidente: semejante a aquel loco célebre que veía siempre la mosca en sus narices, tiene de continuo entre ceja y ceja la anarquía: y así la anda buscando por todas partes, como busca Guzmán en La Pata de cabra las fantasmas por entre las rendijas de las sillas.

Los más soliviantados liberales de Vetusta que hablaban de anarquía y de quemarlo todo, temblaban ante la voz de un ujier de la Sala de lo Criminal que gritaba porque un testigo cruzaba las piernas: ¡Guarden ceremonia! La aristocracia, la primera, opinó que Anita hacía una boda loca. La hizo. Don Frutos se volvió a Matanzas, prometiendo volver vengado, es decir, con muchos más millones.

El que no murió bajo el puñal de los conjurados ni bajo la espada de sus enemigos, murió infamemente atosigado; y , huérfana de contínuo, de contínuo colocada entre el despotismo y la anarquía, rodaste con mas y mas velocidad á lo profundo del abismo sin encontrar otro apoyo en tu fatal caida que débiles arbustos, rocas apenas sumergidas en la tierra que se quedaban en tus manos ó se desplomaban al peso de tu cuerpo para apresurar tu ruina.

Esto es una abdicación de la Iglesia, una confesión de la anarquía musical en que ha vivido y vive, un reconocimiento de que su antigua liturgia es impotente para conmover al pueblo, y que ha muerto ya. En las iglesias, fuera del Tantum ergo de la reserva, nada se canta en latín. Sermón e himnos son en el idioma del país. Lo mismo que en un templo protestante.

Importa, pues, aunque lleguemos á la perfecta anarquía de mi sueño, que haya una religión del Estado en que aparezcan y den razón de la idea y el sentimiento colectivos del Genio nacional, y que haya una dirección para esto, dirección nacional que deberá ponerse y conservarse en perfecta concordancia con el centro directivo y superior religioso, en lo que tiene la religión de universal ó de católica.

Palabra del Dia

rigoleto

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