Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de junio de 2025


Tanto sacrificio no podía quedar sin recompensa. El dios de los periodistas estaba satisfecho de Abraham-Ben Zayb. Casi al mismo tiempo vino el angel gacetillero trayendo el cordero bajo la forma de un asalto, cometido en una quinta á orillas del Pasig, en donde ciertos frailes pasaban la época del calor. ¡Aquella era la ocasion y Abraham-Ben Zayb alabó á su dios!

Candido contradixo un poco, pero con prudencia; y Martin fué en todo del dictámen del senador. Sentáronse á la mesa, y después de una opípara comida entráron en la biblioteca. Candido que vió un Homero magníficamente enquadernado, alabó mucho el fino gusto de Su Ilustrísima. Este es el libro, dixo, que era las delicias de Panglós, el mejor filósofo de Alemania.

22 A la verdad, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la Iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. 27 De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

Otra alabanza, no obstante, merece también el libro del señor conde, que yo consignaría aquí aunque no quisiera, ya que la calidad envidiable que en el libro alabo me sirve de fundamento para cuanto voy a decir, y aun para mucho que yo diría y que me callo, receloso de fatigar a los lectores.

No quiso Carriazo tenérsela encubierta, por no hacer agravio a la grande amistad que profesaban; y así, le contó punto por punto la vida de jábega, y cómo todas sus tristezas y pensamientos nacían del deseo que tenía de volver a ella: pintósela de modo, que Avendaño, cuando le acabó de oir, antes alabó que vituperó su gusto.

161 SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras. 162 Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia. 166 Tu salud he esperado, oh SE

JARIFA. Yo, famoso don Rodrigo, Como a quien de tu valor Cupo la parte mayor, Tu nombre alabo y bendigo; Y así, vengo a ser tu esclava. NARV. Mi señora seréis vos. Cuán justamente a los dos El cielo a amar inclinaba, Que sois en estremo iguales. Y estad vos, Jarifa hermosa, De Abindarráez quejosa, Que dice de vos mil males.

Porque en años tan pocos tal prudencia, Y con tal madurez tanta hermosura, Embaucará al más ducho en cualquier ciencia. Y así no hay que dudar de esta aventura, Que hemos echado á su rodete un clavo, Y á mi sentir, no clavo de herradura. Pero lo más que de esta acción alabo Es que ella se ha venido sin buscalla, Y así como el principio tendrá el cabo.

A los primeros fulgores del crepúsculo, alabó a Dios en una salutación fervorosa, y aunque no de su caletre, bien sentida en su corazón.

»También alabó este segundo soneto Anselmo, como había hecho el primero, y desta manera iba añadiendo eslabón a eslabón a la cadena con que se enlazaba y trababa su deshonra, pues cuando más Lotario le deshonraba, entonces le decía que estaba más honrado; y, con esto, todos los escalones que Camila bajaba hacia el centro de su menosprecio, los subía, en la opinión de su marido, hacia la cumbre de la virtud y de su buena fama. »Sucedió en esto que, hallándose una vez, entre otras, sola Camila con su doncella, le dijo: »-Corrida estoy, amiga Leonela, de ver en cuán poco he sabido estimarme, pues siquiera no hice que con el tiempo comprara Lotario la entera posesión que le di tan presto de mi voluntad.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando