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Actualizado: 10 de octubre de 2025
El, que advirtió su emoción, se apresuró a ofrecerle todos los datos necesarios para confirmar la sospecha. Le expuso en un cuadro completo la situación económica de Osorio, insistiendo en lo raro de que sus acreedores aguardaran si no contasen con alguna esperanza positiva, que no podía ser más que la muerte de ella. Entonces aquella infeliz mujer tuvo una frase sublime.
Para impedir que esta corta cantidad, su único recurso en adelante, pase á manos de los acreedores de la testamentaría, podemos usar, yo lo creo así, del subterfugio legal que voy á tener el honor de exponerle. Es enteramente inútil, señor; me considero muy dichoso en poder, con el auxilio de esa cantidad que no esperaba, saldar íntegramente las deudas de mi padre, y le ruego le dé esa inversión.
Al hacer las anteriores manifestaciones cumplimos con un deber de españoles: en este libro nos hemos propuesto decir la verdad en todo y por todo, y aunque las ideas y opiniones del autor difieran de las del fraile, está en el deber de hacerles la justicia de que son acreedores. ¡Ojalá que todos los españoles que vengan á Filipinas se conduzcan cual lo hacen aquellos!
Aquella bellísima fuente de lapislázuli y alabastro es la del Buen Suceso , adonde, como en pleito de acreedores, están los aguadores gallegos y coritos gozando de sus antelaciones para llenar de agua los cántaros.
También el marido, al quedar solo, perdió la efímera alegría que le habían proporcionado las caricias de Elena. Miró las cartas de los acreedores y la de su madre, volviendo luego á ocupar su sillón para acodarse en la mesa con la frente en una mano. Todas las inquietudes de la vida presente parecían haber vuelto á caer sobre él de golpe, abrumándolo.
Volverá o no volverá, pero los bienes responden de sus compromisos y los acreedores no se preocupan de su salida de Buenos Aires; lo que sí puedo asegurarles a ustedes es que el famoso don Bernardino es tipo de volver a dominar la plaza; ya le veremos entrar triunfante, de nuevo. ¿Y usted, amigo Robert?
Pero como nadie puede responder hoy de inmovilizar ninguna propiedad, aunque se trate de la sepultura de una familia, y como la adversidad puede traspasar una tumba, lo mismo que otra propiedad cualquiera, de una familia a otra, me asusta el caso de que puedan entrar un día los acreedores u otras personas indiferentes en posesión del castillo y de sus jardines, y no quiero yo, de ninguna manera, que nuestros hijos ni nuestros nietos resulten desposeídos por expropiación o venta, de los restos de una madre como de una cosa mundana y sin importancia, pasando el mejor día de mano en mano.
Y tanto bregó, luchó, suplicó, transigió y aun especuló, que al cabo de algunos años iban en vías de salvarse de las garras de los acreedores las tierras más tradicionales y las dos más ricas dehesas de la opulenta casa.
La marquesa miraba y escuchaba a Jacobo con entusiasmo, con admiración..., con admiración tan grande y profunda, como que algo parecido a aquella hermosa perorata lo había leído ella en Veuillot hacía varios años; como que allí mismo, en el secrétaire que tenía delante, hallábase guardada entre los papeles de Elvira la escritura de venta de la torre de Téllez-Ponce, sacada a pública subasta por los acreedores de Jacobo y comprada bajo cuerda por Elvira misma, para salvar de los usureros aquel último recuerdo histórico de la familia a que pertenecía su hijo.
Está empeñado hasta los ojos, y el día en que los acreedores se echen encima, no tendrá camisa que ponerse. La pobre Milagros es muy buena, es un alma de Dios; pero hay que reconocer que es muy gastadora. Si le ponen mil duros en la mano, se los gasta en un día como si fueran cien reales. Yo le doy consejos, lo predico, le trazo un plan, un método; pero ¡quia!, es inútil.
Palabra del Dia
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