Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de junio de 2025
-Y yo ni más ni menos -dijo la ventera-, porque nunca tengo buen rato en mi casa sino aquel que vos estáis escuchando leer: que estáis tan embobado, que no os acordáis de reñir por entonces.
Dijo mi tío: -Ya os acordáis, sobrino, lo que os escribí de vuestro padre. Vínoseme a la memoria; ellos comieron, pero yo pasé con los suelos solos, y quedéme con la costumbre, y así, siempre que como pasteles, rezo una avemaría por el que Dios haya.
Sí, señor, vos... vos me habéis dicho no sé qué acerca de mi mujer... ¡Yo! Sí, señor. El tío Manolillo me ha dicho también algo de eso. ¡También el tío Manolillo! Y el duque de Lerma. ¡Cómo! Y doña Clara Soldevilla. ¡Ah! Y, por último, esa mujer á quien Dios confunda... ¡Oh! ¡Dios mío! ¡como la otra! ¡como la otra! ¿Como qué otra? Como Verónica: ¿no os acordáis de mi primera mujer? ¡Ah!
Dejé, si os acordais, en la marina, Pasado ya el naufragio, á nuestra gente; El Aurora nos viene ya vecina, Apolo muestra ya su roja frente; El bergantin navega á la bolina, Subiendo el rio arriba diligente; El Zapican ejército, marchando En siete escuadras, viene ya gritando.
Yo no tengo la culpa de lo que os pasa. ¿Pues quién trajo aquí á ese hombre? ¿Y tengo yo la culpa de que os hayáis derretido como cera? Allá os las compongáis. ¿Os acordáis de lo que me dijísteis ayer en aquella taberna?
17 Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿No consideráis ni entendéis? ¿Aún tenéis ciego vuestro corazón? 18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis? 19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis?
Decid más bien que os han casado y me han casado á mí. ¿Os acordáis de las dudas que anoche teníais acerca de si yo era ó no la reina? Y no me he engañado, porque sois la reina de mi alma. Recordad las cartas que me trajísteis; anoche os preguntó doña Clara Soldevilla, hoy os pregunta vuestra esposa: ¿habéis leído aquellas cartas, señor?
Y luego rompió á llorar, y dijo en una de sus tremendas salidas de tono: Haga vuecencia de mí lo que quiera; pero yo no me acuerdo de nada. ¿Que no os acordáis? ¿habéis perdido la memoria? Lo he perdido todo, señor: mi dinero... mi mujer... mi hija... Y entre otra nueva y más violenta salida de tono, añadió: ¡Me han robado! ¡Me han perdido! ¡Que os han perdido!
Ah, con vos se renueva la memoria de aquellos buenos tiempos. ¡Qué aventuras, qué tajos y qué guerreros! ¿Os acordáis? Sí á fe mía. Felices días y gloriosos triunfos aquellos. Pero tampoco nos faltaron tribulaciones y pesares. ¿Recordáis lo que nos pasó en Medoc?
A veces me acercaba a aquel excelente hombre y me extasiaba con él admirando una flor, un fruto, un arbusto y solía decirle: ¿Os acordáis, mi cura, del tiempo en que me queríais persuadir de que el amor no es la cosa más encantadora del mundo? ¡Oh! mi hijita, creo que ni el mismo Bossuet hubiera podido convencerte. ¿Y, no tenía razón? Así parece y sonreía bondadosamente.
Palabra del Dia
Otros Mirando