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Esa ventaja fue después contrarrestada y superada por el mayor desenvolvimiento de las ciencias y las artes entre los cristianos, al influjo del racionalismo naciente, con más fuerza o contra menores resistencias en algunas regiones, en manera que dos o tres siglos más tarde las naciones cristianas de Europa eran muy desigualmente poderosas.

A la unidad ha sucedido la diversidad en la Europa toda: al sentimiento religioso el sentimiento patriótico: decaen las enseñanzas de la escuela católica, y empieza á surgir el racionalismo en los nebulosos cerebros de Juan de Paris y Guillermo de Occam; ocupan los reformadores la brecha abierta por los racionalistas, y á los atrevidos vuelos de la teología se sustituyen las maravillas de la física, alternando con los delirios de la alquimia y de la astrología.

Por más que talen los apóstoles del racionalismo el árbol de la fe, si tiene este sus raíces en buen terreno, esto es, en un corazón sano y ferviente, ha de echar eternamente ramas vigorosas y floridas que se alcen al cielo. Pero don Federico dijo la tía María mientras este se entregaba a las reflexiones que preceden , todavía a la hora esta no nos ha dicho usted qué tal le parece nuestro pueblo.

Era evidentemente sobrenatural y sospechoso. Mas como mi racionalismo me impedía atribuir estos tesoros imprevistos a la generosidad de Dios o del Diablo, ficciones puramente escolásticas; como los fragmentos del positivismo que constituían el fondo de mi filosofía, no me permitían la indignación de «las causas primarias, de los orígenes esenciales», pronto me decidí a aceptar el fenómeno y a utilizarlo con largueza.

En cambio, parece que, por compensación o por la urgencia de recuperar el tiempo perdido, los pueblos que se despiertan más tarde del supernaturalismo al racionalismo, se despiertan más completamente.

Y desde mucho antes de que estuviera construido el racionalismo la nueva casa espiritual de la humanidad se había venido diseñando una nueva moral, tendiente a poner las capacidades del hombre "al servicio del hombre", para la vida presente.

Pronto volvía la fe, que se afanaba en conservar y hasta fortificar con el terror de quedarse a obscuras y abandonada si la perdía volvía a desmoronar aquella torrecilla del orgulloso racionalismo, retoño impuro que renacía mil veces en aquel espíritu educado lejos de una saludable disciplina religiosa.

Su función consiste siempre en alarmar las conciencias con terrores imaginarios para venderles a precio de oro y de salud, la tranquilidad que el racionalismo da gratis y completa, sobre un campo de acción que para éste se ensancha y para aquélla se restringe, día por día, en cantidad y en calidad, pues con el procedimiento de los teólogos cristianos para la curación de la perversidad en los hombres por el terror del infierno viene sucediendo lo que aconteció con la curación de los heridos en las batallas por el aceite hirviendo: que la primera vez que faltó medicamento para la mitad de los enfermos, los cirujanos pudieron constatar, perplejos, que los no curados sanaron más pronto.