United States or Djibouti ? Vote for the TOP Country of the Week !


Es menester aspirar a todo... Mira mi marido... Ya te le presentaré... No vale la vigésima parte de tu don Braulio. Y, sin embargo..., ¡cómo sabe ingeniarse!... Es un gerifalte... Yo hablo contigo con el corazón en la mano. Es menester que saquemos a tu marido del limbo en que vive. Tiene elementos... ¿Por qué no ha de aprovecharlos?

Así como la vergüenza lo había impulsado una vez a desterrar de su mente el limbo de la ignorancia, la turbación moral subyugó su alma.

»He dicho a usted que me parecen las regiones de la luz que ahora habito, mejores que el limbo de antes, y lo son real y efectivamente, pero esto no impide que si se dejara a mi arbitrio el volver o no las cosas a lo que fueron sin quedar de las actuales el menor rastro de su paso en la memoria ni en el corazón, vacilara yo mucho antes de decidirme.

Montenegro, pasando por los tortuosos senderos que formaban las filas de toneles, llegó a la bodega de los Gigantes, el gran depósito de la casa; el almacén inmenso de los caldos antes de adquirir éstos forma y nombre, el Limbo de los vinos, donde se agitaban sus espíritus en la vaguedad de lo indeterminado.

Se le veía en nocturnas reuniones de esta secta, que es la antesala del Limbo, y llegó a adquirir esas convicciones tenaces que sólo se encuentran en los prosélitos de los sistemas más absurdos.

El mezquino cuerpo se perdía en la anchura de aquella cama tan grande, y allí podía pasearse en sueños el esposo como en los inconmensurables espacios del Limbo. La esposa no se acostó, y acercando una butaca a la cama, y echándose en ella, cerró los ojos.

Bien se está en el limbo de la insignificancia; pero se está mejor, porque se vale mucho más, donde yo me encuentro ahora; no en la región de los soles, porque no soy águila, pero donde se ve claro y no se anda a tientas.

Pero el bautismo no tiene por objeto calificar con precisión a los nacidos, sino absolverlos del delito de nacer porque se delinque naciendo y evitar que, en el caso de nacer y morir simultáneamente, frecuente desventura doble, vayamos al Limbo, mansión dedicada a los que no se han estrenado en la vida con ningún acto molesto para los demás.

No piensa, no discurre, sino de una manera torpe y rudimentaria. Como está bautizado, cuando muera se salvará. Si no estuviese bautizado, iría al limbo de los niños. Este es mi dictamen, meditado con mucha gravedad e ilustrado con el parecer de autorizados teólogos. Belarmino es un idiota de nacimiento y no ha podido pecar nunca.

Ajá, ajá. ¿El franchute apoya? De perlas, hijos, de perlas comentó don Angel Bellido, que éste era el nombre, tan propio cuanto impropio, del prestamista. , señor Bellido. ¿Sale usted del limbo? ¿Quién no sabe que el señor Coliñón es uña y carne con nosotros?