United States or Niue ? Vote for the TOP Country of the Week !


No sabemos si por estar inficionado de los últimos errores de la filosofía alemana, ó por su mismo natural refractario á toda idea teológica, es lo cierto que era muy poco respetuoso con los misterios de nuestra religión.

Si la santa fe de nuestros padres no estuviera tan perdida; si las perversas doctrinas del filosofismo francés no nos hubiesen inficionado, ese hombre, en vez de vestir el honroso uniforme de la marina, vestiría el sambenito; en vez de andar libre por ahí, piedra de escándalo, fermento de impiedad, levadura del infierno, corrompiendo lo que aun en el cuerpo social se conserva sano, estaría en los calabozos de la Inquisición ó ya hubiera muerto en la hoguera.

Conformes observó don Adrián abriendo mucho los ojillos y la boca, como si le sorprendiera la gravedad del ejemplo . Conformes, señor don Alejandro: no querría mal a ese amigo... inficionado, eso es, apestado, mejor dicho, por alejarle de mi familia; no, señor: medida prudente y de conciencia... de conciencia, eso es; pero le advertiría en debida forma... del mejor modo posible, eso es, para que no extrañara, para que no se doliera... En fin, mi señor don Alejandro, entiendo el símil; pero con la debida dispensa de usted, verdaderamente nada me dices sino que por apestados, eso es, por inficionados de algo, se nos han cerrado estas puertas, de repente, a mi hijo y a .

El soldado licenciado, de retorno a su casa, ha solido traer algún ejemplar del Citador; los periódicos se leen, y no todos son piadosos; y por último, no falta estudiante que vuelve de la universidad inficionado de Krause y hasta de Hegel, y que echa discursos a los rústicos, a ver si los hace panteistas y egoteistas.

Tal vez doña Inés reconocía con dolor que su propia alma suprema se había inficionado e impurificado un tanto por culpa de circunstancias exteriores que habían hecho prevalecer y triunfar en varios puntos las otras dos almas, inferior y media.

Y siempre aquel olor hediondo. En la comida fue preciso pasar sin agua. Las cisternas, las fuentes, los pozos, los víveres de pesca, todo estaba inficionado. Por la noche, en mi alcoba, donde, no obstante, se habían matado enormes cantidades, oía aún rebullicio debajo de los muebles, y ese crujir de élitros semejante al peterreo de los dientes de ajo que estallan con los calores fuertes.

Y vamos a ver si consigo explicarme de modo que usted me comprenda, sin decirle más que lo que debo. Figúrese usted que el amigo a quien más usted quiere, resulta inficionado de una peste ¿dejará usted de querer bien a ese amigo por tomar ciertas precauciones... sanitarias contra él?..