United States or Vatican City ? Vote for the TOP Country of the Week !


Enarbola el mazo y así, junto al yunque, entre rojos hálos serás como un dios." ........................................ Ha soplado el fuelle sobre los carbones, ya la roja llama crepitando está; sobre el recio tórax del despierto herrero, hay como una bella púrpura imperial. El mazo es tu cetro; ¡oh herrero! comienza de nuevo a reinar, y en tus brazos aprendan los flojos a batir y forjar.

En el cuadro que miro, campea, hasta en los menores detalles, la verdad llena, franca y vigorosa que sólo comprenden los grandes maestros. El segundo cuadro que miro representa á un guerrero jóven y entusiasta, el cual enarbola un estandarte en actitud de incitar á la venganza y á la guerra.

Mira el árbol sembrado por sus manos, Que enarbola sus gajos soberanos Sombreando el Sud, el Norte y Ecuador; A cuyo pié la Libertad divina Vagando por el mundo peregrina La tienda americana levantó.

Colon presiente un nuevo mundo, del mismo modo que mueve el timon de una nave, del mismo modo que desnuda la espada, ó que mira la brújula, ó que conquista un territorio, ó que enarbola el estandarte de la redencion.

Animosa prosigue tu jornada... Bajo el beso del hada de la Historia, tu naciste con alma destinada a ser conquistadora de la gloria! Con un amor ardiente e infinito, enarbola la enseña de la ciencia... En las hojas del libro allí está escrito el poema inmortal: la independencia!

Pues a me hace llorar de risa verme lanzando excomuniones como el Papa. ¡Deje paso, señor! A un hijo tan bandido como no se le maldice, se le abre la cabeza. Yo no soy su hijo, Don Juan Manuel. El Caballero aferra con una mano las riendas, mientras con la otra enarbola el bastón.

Ha vencido en ella al valiente de los valientes, y conserva su espada como trofeo de la victoria. ¿Se detendrá ahí? Pero veamos la fuerza que Rivadavia ha opuesto al coronel del regimiento número 15, que ha trastornado un gobierno para equipar su cuerpo. Facundo enarbola en el Tala una bandera que no es argentina, que es de su invención.

A la menor señal de insubordinación, el capataz enarbola su chicote de fierro y descarga sobre el insolente golpes que causan contusiones y heridas; y si la resistencia se prolonga, antes de apelar a las pistolas, cuyo auxilio por lo general desdeña, salta del caballo con el formidable cuchillo en mano y reivindica bien pronto su autoridad por la superior destreza con que sabe manejarlo.

No te diré si el vicio desbocado, Cual torrente del monte desatado, Quiere hacer las virtudes zozobrar; Oh, no sabrás si alzada la cabeza Enarbola bandera la impureza De la familia en el derruido altar.