United States or Belarus ? Vote for the TOP Country of the Week !


Estas palabras, repetidas durante siglos, conmovían al gitano viejo y hacían que se le saltasen las lágrimas, como si las escuchase por primera vez. Levantaba al chaval, le echaba los brazos al cuello, y decía conmovido: A ti te perdono porque te quiero, porque no tienes culpa de na... Pero ella, que no venga, porque la mato.

Pero estos torcían el gesto o levantaban los hombros, como presos a los que nada importa la placidez del tiempo fuera de su encierro. Rafael se presentó a caballo, subiendo a galope la cuesta de la viña, como si llegase del cortijo. Mucho madrugas, chaval dijo el padrino con sorna. Se conoce que no te dejan dormir las cosas de Marchamalo.

Porque no me da la gana..., hala... respondía Mariano saliendo de su somnolencia intelectual por la virtud de un pellizco. Pues ve a que te mantenga el obispo. No necesito que usted me mantenga. Tengo de acá. ¡Anda, anda, chaval desorejado!... ¡Y con qué tipos te ajuntarás para allegar eso! ¿Qué diabluras haces? ¿En qué te ocupas por las noches? ¿Qué llevas aquí debajo de la blusa? El copón.

Apenas me saludan, y alegan que esto es porque vivo como vivo, porque hablo con esta o con la otra. Todo filfa, pues lo que buscan es no pagarme lo que me deben por el traspaso de la tienda. ¡Qué les importa a esos judíos lo que haga su padre!... Yo parezco un chaval al lado de ellos. Aquí no hay otro joven en la familia, alegre y que se las traiga, que este cura: el Ingeniero.

En sus cortijos hay orden pa que me den lo que pía y me dejen en paz... Esas cosas no se orvían nunca. ¡Con tanto rico pillo que hay en er mundo!... A lo mejor lo encuentro solo, montao en su cabayo lo mismo que un chaval, como si por él no pasasen años. «Vaya usté con Dió, señó marqué.» «Salú, muchachoNo me conose, no adivina quién soy, porque yevo mi compañera y señalaba a la carabina metía bajo la manta.

Y firme en su ceguera de madre, que hacía caer toda la responsabilidad de los actos del espada sobre sus acompañantes, siguió increpando al Nacional. Ya le diré a tu mujer quién eres. La probesita matándose en su tienda, del amaneser a la noche, y yéndote de juerga, como un chaval. Debías tener vergüensa... ¡a tus años! ¡con tanto chiquiyo!...