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Actualizado: 21 de junio de 2025
Pues veamos ahora como recibía la Ciudad á su Pendón Real, cuando regresaba victorioso de alguna expedición militar, con cuyo motivo desbordábanse el entusiasmo y alegría populares.
Luego la hermoseó con templos y palacios espléndidos y con casi inexpugnables fortalezas. Tal fue el maestro de Palmira. Al volver victorioso de los persas y antes de entrar triunfante en la ciudad, tuvo en el desierto un raro coloquio con dos genios: el de la vida y el de la muerte: y logró la inmortalidad, ó al menos una prolongadísima duración de la existencia propia.
Le prohibe que ausculte a las clientes ni siquiera la piel, y asiste a todas las consultas escondida detrás de un tapiz que representa a Alejandro victorioso. Cada vez que su marido va más allá de lo conveniente, Alejandro se agita. RAQUEL. Más estúpido todavía es casarse. ¡A menos que se presente una buena proporción...! TERESA. ¡El maestro Joaquín, por ejemplo...!
Señores: Mis compañeros de Gabinete me han conferido el encargo que yo he aceptado y voy á cumplir como una honra de valor inestimable de dirigir en nombre del Gobierno su saludo, y con su saludo el homenaje fervoroso de su admiración y de su entusiasmo á este Ejército heroico, glorioso, abnegado y triunfal de la República y de manera especial á su ilustre y victorioso general en Jefe que, apoyado en el amor y en el patriotismo de su pueblo han logrado salvar para la causa de la civilización y libertad cubana, la República y la personalidad política cubana, asegurándonos lo hermoso de nuestra propia nacionalidad.
Que venga el hortelano con su ballesta, y llamad también á los mozos de cuadra. ¡Pronto, decidles que estamos en peligro de muerte! ¡Corred, hermanos! ¡Ved que ya nos alcanza! Pero el victorioso Tristán de Horla no pensaba en perseguirlos.
Desavenencias a propósito de la posesión de las salitreras situadas al norte de Iquique, que entonces pertenecía a Bolivia, fueron causa de la contienda. Chile quedó victorioso en la guerra y ha retenido desde aquella época el territorio disputado. En 1891 se produjo la guerra civil a causa de diferencias entre el presidente Balmaceda y el congreso.
Con cuán victorioso despecho preguntábase entonces: ¿Cómo el alma del creyente podía correr en pos de un grano de vida como aquél, de una migaja de sensualidad efímera, y a veces emponzoñada, si Dios le ofrecía desde el cielo los goces infinitos y eternos?
Si á don Fadrique recibimos por rey, á manifiesta servidumbre nos sujetamos, porque con su persona no podrá asistirnos, y necesariamente habrá de enviar quien en su nombre gobierne este victorioso ejército, y las provincias que por él estan sujetas. ¿Qué mayor desdicha se podrá esperar, si por premio de nuestras victorias, venimos á ser gobernados por otra mano que la propia de nuestro príncipe?. Y el mismo rey don Fadrique procurará nuestra defensa en cuanto no le estorváre á la del reino de Sicilia. ¿Pues por qué se ha de admitir tanta desigualdad?. Los trabajos, los peligros, las pérdidas para nosotros solos, pero la gloria y provecho, no solo igual, pero mayor, y más segura para el rey.
Ese mismo Ferré, por ese espíritu de provincialismo estrecho, declaró desertor en 1840 a Lavalle, por haber pasado el Paraná con el ejército correntino; y después de la batalla de Caaguazú quitó al general Paz el ejército victorioso, haciendo así malograr las ventajas decisivas que pudo producir aquel triunfo.
No encontraban más que hojas de esquisto debajo de otras hojas iguales, pero no faltaba ávido cazador que siguiese trabajando, y procuraba evocar al genio con nueva fórmula, con grito victorioso. Más interesantes que estos dioses guardadores de tesoros son aquellos que en las cavernas de la montaña tienen el encargo de conservar el genio de toda una raza.
Palabra del Dia
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