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Sin embargo, no se crea que intente abandonar el campo á los escépticos ó atrincherarme en la necesidad, contento con señalar un hecho de nuestra naturaleza; la cuestion es susceptible de diferentes soluciones, que si no alcanzan á llevarnos mas lejos del non plus ultra de nuestro espíritu, dejan mal parada la causa de los escépticos.

Sólo en el fallecimiento de los niños no tenían las lloronas misión que desempeñar. ¡Ya se ve! ¡Angelitos al cielo! Pero entre todas las plañidoras había una que era la categoría, el non plus ultra del género, y que sólo se dignaba asistir a entierro de virrey, de obispos o personajes muy encumbrados. Distinguíase con el título de la llorona del Viernes Santo.

El maestro de la escuela, sentado una noche sólo ante algunos cuadernos abiertos y trazando con cuidado aquellos atrevidos y llenos caracteres que se suponen ser el non plus ultra de la excelencia quirográfica y moral, había llegado hasta «las riquezas engañan», y estaba floreando el substantivo con una falta de sinceridad en el rasgueo, que corría parejas con el espíritu del texto, cuando oyó golpear débilmente.

Dicen también que después que los turcos se me llegaron, salí menos veces de las que debiera, y éstos, si se hallaron allí, se acuerdan mal, ó si no lo estuvieron, están mal informados, porque ultra de lo que creo yo que ninguna tierra que haya asediada y combatida ha echado tantas veces gente fuera ni con mejor orden, no se deben acordar que siempre que la eché volvieron huyendo con pérdida, é de que una vez que entre las otras, estando los turcos combatiéndonos las galeras, por disturbarlas y parescerme que se les podía hacer algún daño en aquella conjunctura, mandé á dos capitanes que con 300 soldados españoles é italianos saliesen asaltar las trincheas de los enemigos por la parte del Poniente, é que no solamente lo hicieran, pero que después de salidos, sin pasar del foso ni hacer ningún efecto, se volvieron al fuerte huyendo, y de que muchos que la quise echar, teniéndola á puncto é para salir, se iban las propias centinelas á dar aviso á los turcos; y también se les debe de haber olvidado que se me fueron á los turcos más de 1.000 hombres, de su propia voluntad, así por la mucha sed como por flaqueza de ánimo, é que no había hora ninguna de las del día ó noche que los enemigos no supiesen ni fuesen avisados de los nuestros propios de lo que dentro del fuerte se hacía, sin haber bastado remedio ninguno á que pudiese dejar de ser, buscando los que fueron posibles, porque para este particular tuve guardia, y porque de la mesma que mandaba poner se me iban, hice echar un bando que cualquier soldado que matase ó prendiese al fugitivo se le darían seis escudos al que le trujese vivo y cuatro al que le matase, y esto se observó y cumplió; y mandé hacer justicia de muchos que se huían, sin haber perdonado á ninguno.

Por donde comenzó su arenga el libre cautivo, fué diciendo: Esta, señores, que aquí veis pintada, es la ciudad de Argel, gomia y tarasca de todas las riberas del mar Mediterráneo, puerto universal de cosarios, y amparo y refugio de ladrones, que, deste pequeñuelo puerto que aquí va pintado, salen con sus bajeles a inquietar el mundo, pues se atreven a pasar el plus ultra de las colunas de Hércules, y a acometer y robar las apartadas islas, que, por estar rodeadas del inmenso mar Océano, pensaban estar seguras, a lo menos de los bajeles turquescos.

No quiero ni debo poner barreras, meta, ni a modo de columnas de Hércules al ingenio de los hombres, escribiendo non plus ultra en dichas columnas. Allánense los ingleses a confesar que es posible la aparición de un dramaturgo que valga más que Shakespeare, y allanémonos nosotros a confesar que es posible la aparición de un novelista superior a Cervantes.

La filosofía de D. Fadrique era el sensualismo de Condillac, que él consideraba como el non plus ultra de la especulación humana. En cuanto á la política, nuestro D. Fadrique era un liberal anacrónico en España. Por los años de 1783, cuando vió morir á Tupac-Amaru, era casi como un radical de ahora. Todo esto se encadenaba y se fundaba en una teodicea algo confusa y somera, pero común entonces.

La medida no es sólo la esencia del arte, sino que lo es también del mundo entero, como afirmaba Pitágoras. Tanto vivo persuadido de ello, que juzgo locura, como Horacio, hasta el exceso en la virtud. Insani sapiens nomen ferat, æquus iniqui Ultra quam satis est virtutem si petat ipsam.

Mira, niña, que andamos en oficio muy peligroso y lleno de tropiezos y de ocasiones forzosas, y no hay defensas que más presto nos amparen y socorran como las armas invencibles del gran Filipo: no hay pasar adelante de su plus ultra.

¡Oh celebro vulgar! exclamó Belarmino, resignado y abatido . Tendré que explicarme con palabras vulgares, para que te penetres. Maremágnum, ello mismo lo dice, es el non plus ultra, lo mejor de lo mejor. Ecuménico es lo mismo que reunión de conformidad. Los beligerantes, los que están en contra. Leal, monta tanto como fiel. La romana es para pesar.