United States or Qatar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y con vuestra venia, barón, me vuelvo á ver qué hacen aquellos tunantes de pajes.... Pero es que si no viramos iremos á dar en las rocas antes que os sentéis de nuevo á la mesa, dijo el capitán. Pues entonces, virad, con mil de á caballo, gruñó el señor de Butrón. ¿Permitís, amigo barón? En aquel instante se oyó la voz de los vigías: "¡Rocas á proa!"

Jacinta notaba en los ojos de este algo de intención picaresca. De buena gana se escondería detrás de una cortina para estafarles sus secretos a aquel par de tunantes. Desgraciadamente tenía que ir al comedor a cumplir ciertas órdenes que Barbarita le había dado... Pero daría una vueltecita, y trataría de pescar algo... «Cuenta, chico, cuenta. Estábamos rabiando por verte».

El segundo fué para el tabernero, a quien dijo, mientras éste apuraba el líquido, mitad por el gaznate y mitad entre cuero y camisa: Señor don Jeromo, el mundo está perdido; los tunantes se nos suben a las barbas, y los hombres de bien andamos por los suelos. Es preciso que la cosa cambie, ¡y cambiará! Para conseguirlo, contamos con usted. ¡Ya, ya! gruñó por tercera vez don Zambombo.

Los que habían comprado á la señora salieron de la tienda y entraron en un coche de lujo. ¡Cómo reían los tunantes! Hasta el más pequeño, que era el más mimoso, se permitía tirar de los brazos á la desgraciada muñeca, á pesar de tener él para su exclusivo goce variedad de juguetillos propios de su edad. Las personas mayores también parecían muy satisfechas de la adquisición.

Inútil es decir que nuestra modista francesa aclimatada en California, habia encontrado un campo mas extenso para sus coqueterías, y que la fingida rivalidad de algunos tunantes de buen humor la ponía en los mas cómicos apuros.

La gente joven que vive en las Claverías no tiene amor a nuestra Primada y se queja de lo cortos que son los sueldos, sin tener en cuenta el temporal que aguanta la religión. Si esto continúa, no me extrañará ver a este pájaro y a otros tan tunantes como él jugando a la rayuela en el crucero... ¡Dios me perdone!

El joven, que había vuelto a cargar el fusil, disparó apuntando a unas matas que se movían, pero ningún grito siguió a la detonación. ¿Habréis matado a otro o errado el tiro? preguntó Van-Horn. Veo moverse las matas todavía dijo Cornelio . Estos tunantes saben esconderse muy bien.

Mira, mocito, fué la contestación del veterano; en este endemoniado país yo ya no me admiro de nada. Á bien que hay en él más tunantes que conejos en los sotos de Hanson, gentes desalmadas todas, que se pasean de noche porque si lo hicieran de día no tardaría en echarles mano el verdugo. ¡Mala centella los parta y á dormir se ha dicho!

Preguntéles por mi tío, mas no me dieron noticia alguna de su señoría; y luego que hubimos charlado un poco, me hicieron beber una copa de aguardiente que al punto dio con mi pobre cuerpo en tierra. Durante el periodo más fuerte de mi embriaguez, creo que aquellos tunantes se rieron de cuanto les dio la gana; pero una vez que me serené un poco, salí avergonzadísimo de la taberna.

La lengua que sacaba, por tener la creencia de que todo negrito, para ser tal negrito, debe estirar la lengua todo lo más posible, parecía una hoja de rosa. «¡Qué horror!... ¡Ah!, tunantes... ¡Bendito Dios!, ¡cómo le han puesto!... Anda, ¡que apañado estás!...». Las vecinas se enracimaban en las puertas riendo y alborotando. Jacinta estaba atónita y apenada.