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Actualizado: 25 de junio de 2025


Cuando entró con su padre, don Alejandro y su amigo el comandante discutían sobre unas noticias políticas que el primero acababa de leer en los periódicos, y Nieves, sentada en el balcón, se adormecía al arrullo de las lejanas rompientes de la mar... Leto, que cabalmente flaqueaba por el lado de la travesura para entretener a las mujeres, y aquella noche mucho más, iba y venía de la sala al balcón y del balcón a la sala, pescando aquí dos palabras y dirigiendo allá otras dos a Nieves que estaba muy poco habladora.

Por ejemplo: abría los ojos con travesura incomparable; estornudaba con redomada picardía; apretaba con su manita el dedo de cualquiera, tan fuerte, que se requería el vigor de un Hércules para desasirse; y aún hacía otros donaires, mejores para callados que para archivados por la crónica.

A cada movimiento ó travesura que pueda ensuciar el traje, un pellizco, una reprimenda; así es que ni rien ni estan alegres y se lee en los redondos ojos la nostalgia por la vieja camisola de todos los días y la protesta contra tanto bordado.

La concurrencia se atracaba de huevos cocidos. Partíanlos en la frente del vecino, a pesar de las muchas precauciones que se adoptaban para evitar esta broma tradicional; y eran de ver las señoritas tapándose la cara con las manos, chillando como gallinas asustadas, por miedo a que les golpeasen encima de las cejas, y los aplausos y vivas con que se acogía la travesura de alguna joven cuando era ella la que agredía a los audaces pollos.

Fernando sintió al verla indecisión y timidez; pero ella, deteniéndose un momento, vino en su auxilio. Le saludó, preguntando con un retintín irónico cómo había pasado la noche. Sonreía protectoramente, dando a entender que perdonaba a Ojeda su travesura de niño grande. Todo estaba olvidado... Y le tendió una mano antes de alejarse, continuando su marcha de ritmo varonil.

Sin duda la misma travesura del chico le caía en gracia; además, tenía en mucho sus partes intelectuales y creía de buena fe «que en formalizando llegaría a ser algo de provechoCuando hubo un poco de aprieto en el colegio por el excesivo número de muchachos, no tuvo inconveniente en llevarle a su habitación y en que se le armase una cama a su lado.

¡Mi papá! exclamó Andresito con terror infantil, como si temiese una mano de azotes por la travesura. Calla, memo, no te asustes. Yo «distingo» más que , y creo que nuestro noviazgo es ya pan comido para la mamá y tu padre. ¡Entonces...!

De la índole de estos estragos deduzco yo que sólo se trataba, por las causantes, de una ostentación o alarde de travesura, nada increíble en tres mujeres hermosas, sin el freno del escrúpulo y en lo mejor de la vida. En Ems, ya muy avanzado el verano, se halló la marquesa con Pepe Guzmán. No le gustó el hallazgo cosa maldita. A mi paso por Francia la dijo sin preámbulos he visto a Luz.

¿Quién ha hecho esto? preguntó el profesor con voz sorda, esperando el silencio con que tantas otras veces se acogiera una pregunta semejante... Pero ahora, la travesura tenía su editor responsable.

Después el héroe dio una vuelta por la calle de Toledo y plazuela de la Cebada, porque oyó decir que había agitación en aquellos barrios y gustaba de curiosear. Un espectáculo horrible le detuvo en su excursión. Vio asesinar cruelmente a un chico por echar tierra en las cubas de los aguadores. Esta travesura frecuente entonces, se castigaba comúnmente a pescozones.

Palabra del Dia

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