United States or Zimbabwe ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿Cuáles son esos motivos admitidos? suspiró la Sarcicourt, ¿es indiscreto preguntarlo? De ningún modo, querida amiga dijo la abuela, ya en pleno buen humor. El padre Tomás, explicando este asunto a mi nieta, los enumeró bastante sumariamente. Voy a tratar de recordarlos para complacer a usted, aunque estoy muy cansada. No se tome usted esa molestia, señora interrumpió la Fontane.

¡Señor Greenwood! tartamudeó, levantándose rápidamente, pálida y sin aliento ¡usted! ¡usted aquí! contesté, cuando la sirvienta hubo cerrado la puerta y quedamos solos. ¡Al fin la he encontrado, Mabel... al fin! Y, avanzando, tomé tiernamente sus dos manecitas entre las mías.

Comunicar en muchos idiomas requiere un sistema de codificación que tome en cuenta muchos alfabetos o ideogramas.

Se hundía, se hundía en un agujero negro, acompañado por la melodía tenue, que se iba adelgazando lo mismo que un hilo cada vez más tirante, hasta romperse y ser devorada por el silencio. De pronto volvió a la vida al sentir una mano en un hombro. Abrió los ojos, y vio al doctor Zurita de pie ante él, con un puro en la boca sonriéndole. Levántese, amigo y tome uno de hoja.

Y para demostrar su confianza bromeó con la vendedora de billetes. Luego estrechó una mano del hombre que guardaba la puerta su antiguo enemigo , dándole un cigarro barato que había comprado momentos antes. Los pequeños regalos mantienen las amistades. Tome usted, señor. Dentro de la sala saludó á la acomodadora como si fuese una antigua conocida.

Me los han robado todos... y las lámparas... y los ayudas... eres cómplice.... ¡A la cárcel! Padre, señor, por compasión de su hija... los Sacramentos... tome usted... tome usted.... No, no quiero... seamos razonables. Una partida de sacramentos... ¿para qué?

-Confieso -dijo don Quijote- que todo lo que dices, Sancho, sea verdad. ¿Cuánto parece que os debo dar más de lo que os daba Tomé Carrasco? -A mi parecer -dijo Sancho-, con dos reales más que vuestra merced añadiese cada mes me tendría por bien pagado.

Tomé por el uno que me fué más hermoso, fuera donde fuera; los pies me llevaban, yo los iba siguiendo, saliera bien o mal, a monte o a poblado. Llegué a una venta sudando, polvoroso, despeado, triste y, sobre todo, el molino picado, el diente agudo y el estómago débil.

Nunca les di a interés, ni lo tomé de ellos; y todos me maldicen. 11 Dijo el SE

¿Pero qué la importa á su majestad?... dijo severamente doña Clara : don Juan la ha hecho un eminente servicio... la reina se lo agradece... y nada más... ¿qué enredos son éstos?... ¿qué fatalidad puede haber para que se tome el nombre de su majestad de una manera ambigua? Perdonad, señora; pero yo no he querido decir... Cuando se habla de la reina, las palabras deben ser muy claras.