Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Tengo idea de que tiene el cerebro un poco débil, si no, ¿por qué se dejaría engañar por ese pícaro de Dunsey, a quien nadie ha visto últimamente, y por qué lo dejó matar a ese lindo caballo de caza de que todos hacían elogios? Y durante un tiempo siempre andaba buscando a la señorita Nancy y después todo se desvaneció, por decir así, como el olor de la sopa cuando se enfría.

Inspeccionó la mesa con aire alegre, tomó la sopa sin cesar de hablar, felicitó a Susana por su cocina y lanzó verdaderos gritos de júbilo a la aparición del pavo. Es preciso convenir, señor cura dijo, que la vida es una dulce invención y que Heráclito era un estúpido de marca mayor. No hablemos mal de los filósofos respondió el cura, suelen tener algo bueno.

Todavía tenía yo que hacer en la casa, y, mientras sacaba el café de la despensa y pesaba la harina y el tocino para la sopa de la mañana, oía siempre la misma voz que me gritaba en el oído: Es necesario que le hables.

Todos soltaron la carcajada como si hubieran oído un gran disparate. ¡Lo que es la ignorancia! Entonces desplegó ante su vista el cuadro mágico de la comida andaluza, el gazpacho caliente, el gazpacho frío, la sopa del cuarto de hora, el pescado frito, las bocas de la Isla, etc., etc.

Nosotros nos acercábamos, fijándonos en las marcas; si la señal era no entrar, dábamos la vuelta al pueblo; si no, íbamos a alguna taberna, a cuya puerta él nos esperaba. Solíamos tomar en el albergue una sopa caliente, un trozo de carne cocida y un vaso de cerveza, y nos tendíamos en algún camastro o en la hierba seca.

En medio del ruido, cada vez creciente, un hombre, miserablemente vestido y borracho como una sopa, se abrió paso por entre los que se le oponían, y penetró en la sala con paso nada seguro.

La clásica sopa de manteca con huevos humeaba ya en el centro de la mesa. Mira, haz plato a Gonzalo... Comienza ya a servirle le dijo después sonriendo bondadosamente, como mujer que profesaba ideas semejantes a las expresadas por San Pablo en su célebre epístola. Cecilia se apresuró a obedecer, colmando el plato de su futuro.

Se enfriará, mujer dijo don Pablo, a quien tanto mimo ponía de mal humor. Fué lúgubre la comida. La señora no comió, empeñada en la batalla con la mosca de su idea primera, que había vuelto a acometerla, y don Pablo dió satisfacción al estómago con dos cucharadas de sopa, preocupado también y triste.

Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino. Pues tendrá lo que quiere tu mujer respondió el camarón. Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: «¡Sopa, aparece: aparece, tocino!»Y verás que aparecen. Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca.

Además, la duquesa es una mujer sublime y hace cosas de las que ni ni yo seríamos capaces. ¿Tomarías caldo durante todo un año y en todas las comidas? ¡Caramba! ¡No me parece eso muy divertido! ¡Pues bien! la duquesa pone el puchero a la lumbre cada dos días, porque a su marido no le gusta la sopa de vigilia.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando