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Actualizado: 6 de mayo de 2025
No soy subdiácono, sino colegial dijo Rodriguín, siguiendo a don Benigno 24 por la escalera abajo . Suum cuique. La casa no era de vecindad. Tenía dos pisos altos, ocupados por un solo inquilino. Demasiado grande para un soltero, era tal que para un casado sin hijos, sobraba más de la mitad.
Tiene cincuenta y cuatro años, y es empleado en el Ministerio de Ultramar desde los veinticinco. Todos los Gobiernos le han respetado como una rueda indispensable de la maquinaria administrativa de las colonias: soltero y mártir de las patronas. Allá en su juventud se cuenta que escribió un drama que le valió una silba y la entrada por toda la vida en el escenario de los teatros.
Es muy hermosa la libertad del hombre soltero; pero cuando uno se va haciendo un poco viejo y comienza a padecer del estómago, echa de menos una mano amante que le arrope bien en la cama y le sirva tacitas de caldo. También es muy hermosa la situación del escritor independiente; pero no en época de elecciones.
Pronto tendrá legalmente el de usted, y es demasiado ahijado mío para no preferirlo a cualquiera otro. En cuanto a la fortuna... no creo faltar al secreto profesional confiando a usted que hay alguien que se interesa por él... y le asegura en su testamento una honrosa medianía... sin perjudicar a nadie... Esa es la ventaja de ser soltero. Liette, enternecida, le estrechó silenciosamente la mano.
Cuando el diputado estaba solo en Madrid, libre, como en su época de soltero, el recuerdo de Leonora surgía en su memoria con entera libertad, sin aquella coacción que parecía turbarle allá abajo, en el ambiente de la familia. ¿Qué sería de ella? ¿A qué locuras se habría entregado después de aquel rompimiento que aún hacía enrojecer a Rafael, como si en su oído murmurasen atroces insultos?
¿Cuándo es el gran día, Gonzalín? ¿Pronto, eh? ¡Vaya, que tengo ya ganas de verte con tu señora del brazo yendo a misa de doce!... Bien, mi queridín, bien; vas a ser feliz. Tú me dirás: y siendo así, ¿por qué no se ha casado usted, don Feliciano? Oyes, mi queridín, ¿por qué me había de casar si vivo feliz soltero? ¿Qué me hace falta a mí?
Según le refirió la marquesa, a Luz la había conocido y tratado él desde que era muy niña. Por eso se querían tanto. Lo que era una compasión, a juicio de Ángel, que siendo viuda la marquesa y soltero su amigo, no hubieran tenido la ocurrencia de casarse. Formarían una excelente pareja...
Y yo, María Ana, que la quiero á usted con un amor inextinguible, que se impone á la fealdad y á la vejez, yo, que he conquistado una fortuna y permanezco soltero porque de todas las mujeres que he conocido me separaba la imagen de usted y la seguridad de que algún día seríamos el uno del otro, vengo á ofrecerla á usted mi libertad. Nos casaremos, si usted quiere. Mi mano es ésta...
Aquí no se tiene idea de lo que es el pueblo español... Yo respondo de él, me atrevo a responder con la cabeza, vaya...». Moreno no vaticinaba; no hacía más que decir: «Por si vienen mal dadas, me voy mañana para Londres». Aquel ricacho soltero alardeaba de carecer en absoluto del sentimiento de la patria, y estaba tan extranjerizado que nada español le parecía bueno.
Don Juan tiene treinta y tantos años, es soltero, por lo cual da gracias a Dios lo menos una vez al día, y vive solo, sin más compañía que la de sus criados. Uno entre ellos es digno de elogio: Benigno, el ayuda de cámara, que es listo, discreto, trabajador y hasta fiel, porque le trae cuenta la honradez.
Palabra del Dia
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