Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de mayo de 2025
Todas las enamoradas lo son porque se les seca el entendimiento. Las saca uno del purgatorio del deleite y allá se van otra vez. Tú te lo quieres, pues tú te lo ten. En el Infierno le ajustarán a usted las cuentas. Váyase usted luego allá con sofismas y con zalamerías de amor... Esto se acabó. Ni yo tengo que hacer nada con usted, ni usted tiene nada que hacer en esta casa. Cuenta concluida.
«¿Quién la había traído allí? No lo sabía. Iba a confesar con cualquiera y sin saber cómo se encontraba a dos pasos del confesonario de aquel hermano mayor del alma, a quien había calumniado el mundo por culpa de ella y a quien ella misma, aconsejada por los sofismas de la pasión grosera que la había tenido ciega, había calumniado también pensando que aquel cariño del sacerdote era amor brutal, amor como el de Álvaro, el infame, cuando tal vez era puro afecto que ella no había comprendido por culpa de la propia torpeza».
Ahora bien, si yo tomo en la mano esta copa y la trasporto desde este sitio a este otro... ¿Por qué esta copa es trasparente y esta taza no lo es?... El resultado ordinario de tales símiles es desconcertar al adversario y destruir por entero el tejido de sus sofismas.
En tercer lugar coloco yo los sofismas, en que se dá por causa de una cosa lo que no es causa, y en general se cometen de dos maneras. Unas veces por ignorancia de las verdaderas causas de las cosas, porque se presentan muchos efectos y las causas estan ocultas, y el entendimiento lo atribuye á las veces á lo qué se le antoja.
La torcida y dañada conciencia del fiel amante y del marido infiel, se quejaba, no admitía sofismas, allá en los adentros más nublados del turbado Bonis, que entre el sueño y la vigilia se entregaba, mitad por miedo, por desorientarla, como él se decía, mitad por una especie de voluptuosidad nueva y que juzgaba monstruosa, se entregaba a los arrebatos del amor físico, no con gran originalidad por cierto, pero sí con una espontaneidad que era lo que más le remordía en la citada conciencia de amante.
A esta especie de sofisma puede tambien reducirse el comun modo con que el vulgo señala las causas de algunos efectos; es á saber: Esto ha venido despues destotro, pues esto es la causa de aquello. En los juicios que se hacen sobre las curaciones de grandes achaques, se cometen infinitos sofismas, atribuyéndolas á causas que no han tenido conexîon, ni dependencia ninguna con el efecto.
No hemos de terminar, sin reconocer la habilidad con que formulan sus argumentos tanto el Profesor Schurman como el Presidente McKinley, aunque á decir verdad un examen detenido descubre los sofismas que guardan en su fondo. Los filipinos acostumbran
Los Romanos á imitacion de los Griegos llamaron Sofistas á los que se aprovechaban de argucias, ó vanos argumentos. Es, pues, el sofisma un raciocinio que nada concluye, y tiene apariencia superficial de concluir. Hay algunos sofismas tan claros y tan fáciles de conocer, que el mas rudo los desecha por engañosos.
Volvía a valerse de sofismas para callar en la confesión aquella flaqueza: «ella no quería» en cuanto mandaba en su pensamiento, lo apartaba de las imágenes pecaminosas; huía de don Álvaro, no pecaba voluntariamente. ¿Habría pecado involuntario? De esto habló un día con el Magistral, sin decirle que la consulta le importaba por ella misma.
Si el elencho se forma con manifiesto engaño, ya consista este en las voces, ya en las cosas, es elencho sofistico; y todos los sofismas los reduce Aristóteles á este, porque todos consisten en la mala formacion del sylogismo; pues en todos sucede que haya apariencia de raciocinio, no habiéndolo en la realidad.
Palabra del Dia
Otros Mirando