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Actualizado: 4 de mayo de 2025


A pesar de lo que acabo de decir, tienen mucha razon los dialécticos cuando tachan de sofístico el raciocinio siguiente: post hoc, ergo propter hoc; despues de esto, luego por esto. . Porque ellos no hablan de una sucesion constante; . porque aun cuando hablaran, esta sucesion puede indicar dependencia de una causa comun, y no que lo uno sea causa de lo otro.

Ansí que, mis calabazadas han de ser verdaderas, firmes y valederas, sin que lleven nada del sofístico ni del fantástico. Y será necesario que me dejes algunas hilas para curarme, pues que la ventura quiso que nos faltase el bálsamo que perdimos. -Más fue perder el asno -respondió Sancho-, pues se perdieron en él las hilas y todo.

En efecto, podrá suceder muy bien que haya mediado la infidelidad de un amigo, que haya ocurrido la desgracia imprevista; podrá ser mucha verdad que su corazon sea excesivamente bueno, es decir que será muy posible que en su relacion no haya mentido; pero no será extraño que en esa misma relacion se os presenten de bulto las causas de su desgracia; que en su concepcion tan superficial como rápida, en su juicio extremadamente lijero, en su discurrir especioso y sofístico, en su prurito de proyectar á la aventura, en la excesiva confianza de mismo, en el menosprecio de las observaciones ajenas, en la precipitacion y osadía de su proceder, halleis mas que suficiente causa para haberse arruinado, sin la bondad de su corazon, sin la infidelidad del amigo, sin la desgracia imprevista.

Sin arte, sin reflexion de ninguna clase, distinguimos con frecuencia lo sólido de lo fútil, lo sofístico de lo concluyente.

Si el elencho se forma con manifiesto engaño, ya consista este en las voces, ya en las cosas, es elencho sofistico; y todos los sofismas los reduce Aristóteles á este, porque todos consisten en la mala formacion del sylogismo; pues en todos sucede que haya apariencia de raciocinio, no habiéndolo en la realidad.

Además, la causa del desvío de Pepita tenía para mi padre un no qué de fantástico y de sofístico que al cabo debía desvanecerse. Pepita no quería retirarse a un convento ni se inclinaba a la vida penitente: a pesar de su recogimiento y de su devoción religiosa, harto se dejaba ver que se complacía en agradar. El aseo y el esmero de su persona poco tenían de cenobíticos.

En lo único que no soy eco y en lo único que resulta la disonancia es en lo que me parece afectada ponderación; algo que veo en mi espíritu como trasladado a la vida real desde lo sofístico y aparente del teatro. ¿Cómo he de creer yo con formalidad y sin risa que para representar bien a la emperatriz Teodora, mujer de Justiniano, necesita Sarah Bernard leer a Procopio en griego, atracarse de Pandectas hasta el extremo de desencuadernar el volumen que las contiene y hacer otros mil estudios profundos y enrevesados para enterarse de cosas que probablemente la misma emperatriz jamás supo?

Es cierto que los Estoicos hicieron á la Lógica Arte de juzgar de las cosas, y mezclaron con ella lo que pertenece á otras Ciencias. Todo sylogismo, á qualquiera materia que se aplique, ó demuestra la cosa, ó la hace probable, ó la enreda, por donde ó es demonstrativo, ó opinable, ó sofistico.

Palabra del Dia

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