Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Nada podía ver, pues la obscuridad lo cubría todo, pero yo sabía que era una tropa de cosacos que recorría la frontera. Entonces cerré los ojos y soñé: un grupo de jinetes avanza; a su cabeza viene el hijo del Rey, rubio y magnífico, sobre su blanco palafrén.
Dormí, y soñé, y el sueño la tercera Causa le dió principio suficiente, A mezclar el ahito y la dentera. Sueña el enfermo, á quien la fiebre ardiente Abrasa las entrañas, que en la boca Tiene de las que ha visto alguna fuente. Y el labio al fugitivo cristal toca, Y el dormido consuelo imaginado Crece el deseo, y no la sed apoca.
Así como lo temía, toda la noche soñé con patíbulos y verdugos: mas no dejaron de ser bastante curiosos y significativos mis sueños, por lo cual, aunque me cueste trabajo, voy a trasladarlos al papel. Soñé que me achacaban un gran crimen, y que ponían en seguimiento de mis pasos a toda la policía de Madrid.
Aquí vendrían bien dos líneas de puntos suspensivos, ó el obligado cuentecito de duendes y aparecidos; pero como no se me apareció nadie, ni soñé que me cogía un toro, ó cosa que lo valga, renuncio á los puntitos y á soporíferas relaciones, limitándome á decir que con la luz del alba de un nuevo día volví á la vida real, entrando en el concurso social, como diría un aprendiz á objetivo subjetivo, habiendo previamente cubierto mis calzoncillos con telas menos ligeras.
Así como lo temía, toda la noche soñé con patíbulos y verdugos: mas no dejaron de ser bastante curiosos y significativos mis sueños, por lo cual, aunque me cueste trabajo, voy a trasladarlos al papel. Soñé que me achacaban un gran crimen, y que ponían en seguimiento de mis pasos a toda la policía de Madrid.
Siempre mi alma sintió la atracción de las alturas; siempre soñé con algo inmensamente grande. Mi espíritu veía con indiferencia las pequeñeces de nuestra vida corriente. Yo sólo podía amar á un gigante, y el gigante ha venido. ¿No le parece que un poder superior nos ha hecho el uno para el otro?... El Gentleman-Montaña sólo contestó á esta pregunta con un gesto ambiguo.
Recuerdo como pronunciadas las palabras que soñé para dichas por ella junto a mi oído; la imaginación se finge las amorosas respuestas, la memoria quiere engañarse a sabiendas, y los antojos de la fantasía se confunden con las reminiscencias de la realidad.... Ya no tendré estímulo para el bien, ni energía contra el mal.
Obedecí sumiso y besé también la frente de la niña. Agosto 16. Salgo de la cama en este instante. No he soñado monstruosidades como otras veces, pero ha sido tan triste mi sueño, que aún estoy conmovido. Siento dentro del alma una melancolía honda y desgarradora como si me encontrase solo en el mundo. Soñé que me hallaba en medio de un salón de baile espléndido y hermoso y profusamente iluminado.
A los quince años era tan grande y tan fuerte como ahora, y no faltaba de vez en cuando algún joven campesino galante que me dijera que yo era muy bonita, mucho más bonita que todas las otras, y que Marta en particular. Eso me chocaba, pues todavía la vanidad no tenía cabida en mí. En esa época soñé una noche que Marta había muerto.
Su bella situacion, la grandiosidad de sus paisages, los recuerdos de su historia empezaron por subyugar mi razon y encender mi fantasía: revivió en mí el amor al arte: pensé, soñé de nuevo, y logré por de pronto olvidar, si no curar, mis males.
Palabra del Dia
Otros Mirando