Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


El infeliz deudor hacía de tripas corazón, y poniéndole cara risueña, convidábale a tomar algo; mas el usurero le daba las gracias, y si tenía ocasión le soltaba indirectas tan suaves como esta: «Mire usted que no puedo más. Siempre me está usted diciendo que la semana que entra, y francamente... sentiré verme obligado a dar un paso que...».

Pues no lo ; pero aquí viene el almuerzo, señores: sentiré trataros mal; vosotros tendréis la culpa; doy lo que tengo. ¡Y como tenéis un cielo!... ¡Bah, don Francisco! cuando me requebráis, no si debo ofenderme, ó... ¿Es esta negra vuestra cocinera? por cierto... dijo un tanto resentida Dorotea del cambio de conversación de Quevedo. Y bien, carbón viviente, ¿qué nos das de almorzar?

Este disgusto no quedará aquí: sentiré sus consecuencias más adelante... ¿Qué voy á hacer? ¿Qué me aconsejas? ¡Por tu vida, dímelo! Y suplicaba con acento desesperado, tendiendo sus manos, como un ciego que no osase moverse é implorase un guía. ¿Qué quieres que te aconseje? dijo el médico. Lo que yo te puedo decir, te lo diría cualquiera. ¿Piensas buscar á esa mujer?...

Estas últimas palabras las acompañó el ayudante con un gesto expresivo, traspasando el aire con los dedos de punta, lo mismo que si los estuviese introduciendo por un cuerpo humano. Don Rosendo hizo un gesto de repugnancia, y guardó prolongado silencio. Al cabo, manifestó sordamente: Lo que sentiré es que estas malditas agujetas no me permitan tirarme a fondo. ¡Ca, hombre, ca!

Ni con fábulas de Esopo, ni con citas de Platón, ni de manera alguna, por indirecta que sea, consentiré en adelante que, estando yo presente, y aun cuando no esté yo presente, pongas en solfa mi amistad con doña Beatriz. Si llego a saber que hablas otra vez de ella, que aludes a ella, que te burlas de su marido, lo sentiré mucho, pero te romperé la crisma.

La mujer y su padre comenzaron á abrirse paso sin que nadie intentase impedírselo y Gualtero y Roger fueron tras ellos. Un momento, camarada, dijo Simón á Roger. Ya que esta mañana has hecho proezas en la abadía; pero te recomiendo alguna prudencia en eso de sacar la espada á relucir. Mira que he sido yo quien te ha metido en estos líos y que si te pasa algo lo sentiré de veras, muchacho.

... pero... Repito que te reías... ¡pero cómo!, a carcajadas, llamándome simple y qué yo qué... Bien, bien; bastante hemos hablado... Te vas, pues muy santo y muy bueno. Lo sentiré; calcula si lo sentiré... pero ya me iré consolando. No hay mal que cien años dure. ¡Aire, aire! Se limpiaba rápidamente las lágrimas, fingiendo una fortaleza que no tenía.

Sentiré expresarme con impropiedad, aunque espero de tu buena fe que no me armes disputa sobre las palabras, si entiendes la idea y la sana intención con que la expreso. Tal vez está educada Clara con rigidez que raya en extremos peligrosos. Temiendo que un día pueda caer, le has exagerado los tropiezos.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando