Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de mayo de 2025
En las comedias, cuya acción ocurría en países remotos de costumbres desconocidas, se empleaba un traje, calcado en el español de la época, y diferente de él sólo en algunos accesorios fantásticos, que bastaban para indicar su antigüedad, y para que los espectadores quedasen satisfechos.
Parecía uno de esos empleados laboriosos, pero rutinarios, incapaces de iniciativas ni de grandes ambiciones, que viven satisfechos y como pegados á su mediocre situación. Se llamaba Timoteo Moreno y era nacido en la República Argentina, de padres españoles.
En la calle tranquila, de casas señoriales con panzudas rejas y grandes miradores, donde vivía doña Sol, encontraron a otros garrochistas que esperaban ante la puerta, inmóviles sobre sus caballos y apoyados en las lanzas. Eran señoritos, parientes o amigos de la dama, que saludaron al torero con amable llaneza, satisfechos de que fuese de la partida.
¡Diablo de rapaz! decía hablando de él con los viejos camaradas de la ría. ¡De dónde habrá sacado tanto talento! ¡Nadie hubiera dicho que de aquel pobre patrón de Bermeo pudiera salir un hijo así!... Y el gabarrero temblaba de emoción, saltándole las lágrimas, cuando le hablaban en la villa de su sobrino y de lo satisfechos que tenía á los señores del Instituto.
Tirso estaba menos cohibido ante ella que en su primera visita, porque ya se habían hablado algunas veces en las juntas de la hermandad. ¿Sigue Vd. contento en Madrid? le preguntó la Condesa, indicándole que tomara asiento. Trabajo no falta, y algo me distrae; pero mi situación va siendo anómala, y esto me desagrada bastante. Estamos, sin embargo, muy satisfechos de Vd.
Conque hemos quedado muy animados a poner otro amigud al primer baile que tengamos, que será luego, según de satisfechos que quedamos. »Hoy no hablan de otra cosa los papeles, y ahí le mando una docena de ellos para que reparta a las amigas, a más de los que mandará Simón por el correo.
Engordaba demasiado, olvidaba sus meditaciones trascendentales..., y sus gustos sencillos, fácilmente satisfechos con la vida montañesa, le apartaban de los complicados planes de medro y vida regalada que había traído de su país.
Los poderosos, no satisfechos con su triunfo, fueron, á más, crueles y vengativos, pues mandaron ahorcar á muchos desgraciados bárbara é inhumanamente.... ¡Así eran aquellos benditos tiempos y aquellas autoridades y aquella nobleza; mientras dominaban y oprimían con su poder, dejaban al pueblo hambriento perecer en la miseria, y cuando éste pedía pan le ponía cadenas y lo ahorcaba!
Cambiaba de vestido en un departamento de primera, ante las miradas de los pasajeros, satisfechos de ir con una celebridad, y pasaba la noche encogido sobre los almohadones, mientras los compañeros de viaje apelotonábanse para dejarle el mayor espacio posible. Todos le respetaban, pensando que al día siguiente iba a proporcionarles el placer de una emoción trágica sin peligro para ellos.
¿Parece que a ustedes no los ha dejado satisfechos la fiesta? dijo de pronto Melchor al terminar la comida. ¿Cómo no?... repuso Ricardo, hemos asistido a un espectáculo muy interesante; yo no hablo mucho porque estoy cansado con el galopón de esta mañana y el trajín de todo el día. ¿Y tú?
Palabra del Dia
Otros Mirando