Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de junio de 2025
Por las noches gustaba mucho de pasear un poco por las calles antes de retirarse a su casa, poniendo así entre la tertulia y el sueño un trozo de meditación trans-urbana de más gusto para él que la más entretenida y docta lectura.
Atravesó el desierto, que constituye hoy el gran distrito del caliche, y, después de mucho trabajo consiguió avanzar hasta el río Maule; pero allí encontró a la belicosa tribu de los araucanos y tuvo que retirarse.
La hora de retirarse llegó; rompí el pan en dos pedazos que hice desaparecer vergonzosamente en los bolsillos de mi paletot. Querido Máximo continuó la niña, hasta muy luego, ¿no es verdad? Tú me dirás si has encontrado algún pobre, si le has dado mi pan y si lo ha hallado bueno.
Don Braulio venía muy fatigado, y a las pocas palabras que habló con las mujeres pensaron todos en retirarse a dormir. La primera que salió de la sala fué doña Beatriz. Don Braulio quedó un momento solo con Inesita. Acercóse entonces a ella y le dijo en voz baja: Inés, tengo que cumplir con una comisión que para ti me han dado. Toma esta carta, guárdala y léela con detención y reposo.
Durante todo él estuvo nerviosa, agitada dulcemente, como la colegiala que espera ver a su amante escalar de noche las rejas del balcón. Cuando llegó la hora, dijo a su padre que le dolía la cabeza, para retirarse temprano.
Rectángulos de tierra apisonada marcaban el emplazamiento de las baterías enemigas antes de retirarse. Encontró cañones volcados con las ruedas rotas, armones de proyectiles convertidos en madejas retorcidas de barras de acero, conos de materia carbonizada, que eran residuos de hombres y caballos quemados por los alemanes en la noche anterior á su retroceso.
Y fue tal su emoción, tan violento su impulso por retirarse de él, que la faltó poco para caer. Tercera parte Dos días después, cuando Jaime, de vuelta de la pesca, esperaba la comida en su torre, vio presentarse a Pep, que depositó el cestillo sobre la mesa con cierta solemnidad. El rústico intentó excusarse por esta visita extraordinaria.
Ninguna noche se acuesta sin despedirse de Magdalena; cuando se levanta va a darle los buenos días y en el resto del día siempre lleva en la mano una rosa blanca cortada de los rosales de su tumba y que al retirarse a descansar conserva hasta la mañana siguiente en un jarro de Bohemia que Magdalena tenía siempre en su cuarto.
Y movida del mismo impulso mecánico, la señora de Rubín corrió al balcón de la sala, y abrió quedamente la madera... En efecto, le vio atravesar la calle y doblar la esquina de la de Don Juan de Austria. Tampoco había mirado para los balcones de la casa, como es natural mire el chasqueado expugnador de una plaza, al retirarse de sus muros.
Pero dijo la condesa con cólera mal contenida , si la casualidad hiciera que yo no heredase los bienes de Elena, seguiría siendo, sin embargo, vuestra deudora. Ya me habéis hecho vuestra esclava exigiéndome un primer escrito. No me he de poner por segunda vez bajo vuestra dependencia. Mathys se levantó para retirarse y repitió con amarga sonrisa: Está bien, señora.
Palabra del Dia
Otros Mirando