United States or El Salvador ? Vote for the TOP Country of the Week !


Antes de oscurecer, porque el relente de la noche no le convenía a la duquesa y Clementina necesitaba ir temprano a su casa, dieron orden al cochero de retirarse. Era sábado, día de comida y tresillo en el hotel de Osorio.

El rey Radmir les ofreció seguridad en las vidas y haciendas, y que fuesen libres en morar en aquella ciudad, ó retirarse á otra parte: y con esto se entregó la ciudad, y muchos nobles Muzlimes pasaron á Valencia á Murcia: esto pasó el año quinientos doce: el rey Amad-Dola se retiró con toda su familia á la fortaleza de Rot-Alyehud.

Al retirarse a casa le decía Paz: Di, papaíto, ¿te han servido los papeles que te trajo aquel muchacho del Senado? Algo, algo: el chico no es tonto... tiene buena voluntad y parece listo. , ¿eh? Paz no sabía cómo sugerir a su padre la idea de que utilizara de algún modo los servicios de Pepe, pues comprendía que don Luis no necesitaba secretario ni escribiente.

El, antes de retirarse al lugar después de la muerte de su padre para cuidar de la hacienda y hacer vida de labriego, desengañado y harto del estruendo de las grandes ciudades y de sus pompas vanas, había pasado mucho tiempo en Madrid, en cuya Universidad había hecho sus estudios, y hasta había viajado algo por Francia, Italia e Inglaterra.

Libre por principios y por propensión, mi estado natural es la libertad; por ella verteré mi sangre y mil vidas, y no existirá esclavo donde las lanzas de La Rioja se presenten. SOLDADOS DE MI MANDO: El que quiera dejar mis filas puede retirarse y hacer uso de mi oferta, que os hago por tercera vez. Los enemigos ya saben lo que leéis y os tiemblan.

»Me pareció que quedaba muy agradecido a mis gestiones; pero, a decir verdad, lo que entonces le absorbía por completo era su amor y no otra cosa. Al retirarse le acompañó Magdalena hasta la puerta, y por casualidad no se fijó en que a la sazón estaba yo detrás de ésta.

La Beaudoin, al retirarse después de treinta años de servicios, se había jactado de continuar gobernando los «Correos y Telégrafos» bajo su sucesora, «una persona tan joven y tan inexperimentada a la que sería caritativo guiar y aconsejar

Los principales cabecillas del complot se dieron cita para una conferencia secreta que tendría lugar aquella noche en el salón interior de la Fontana, á las nueve, y se despidieron para retirarse, quedando allí Aldama y el Doctrino. Cuando se vieron solos, llamaron á Elías que apareció con cara de júbilo, la cual en aquel hombre era la cara más diabólica y repulsiva del mundo.

Hablaría a su marido enérgicamente. ¿A qué continuar toreando? ¿No tenían bastante para vivir?... Debía retirarse, pero inmediatamente; si no, ella iba a perecer. Era preciso que esta corrida fuese la última... Aun esto le parecía demasiado. Llegaba a tiempo a Madrid para que su marido no torease por la tarde. Le decía el corazón que con su presencia iba a evitar una desgracia.

Si la escultura representa la eternidad, puede decirse que D. Ramón de Campoamor ha entrado en ella como si no fuera a permanecer más que unos breves instantes. Ha entrado de paso en la eternidad, con unas botas de cartera, y ha dejado al alcance de la mano, para cuando llegue el momento de retirarse, su chistera de mármol y sus guantes del mismo material.