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Actualizado: 24 de junio de 2025
La fuerza muscular ha tenido tambien su voto; se han blandido puñales, se han menudeado los garrotazos; la campanilla del presidente ha resonado entre el ruido de voces estentóreas, y de pulmones de bronce. Don Marcelino pertenece al partido derrotado, y ha tenido que salvarse á escape.
He visto con los ojos del alma la nueva patria, y en lo más íntimo de mi corazón ha resonado el cántico nuevo de la Jerusalén celeste. Si al cabo logro vencer, será gloriosa la victoria; pero se la deberé a la Reina de los Ángeles, a quien me encomiendo.
Muchas de este género pudiéramos citar, en el vocabulario político sobre todo; de esta clase son aquellas que halagando las pasiones de los partidos, han resonado tan funestamente en nuestros oídos en los años que van pasados de este siglo, tan fecundo en mutaciones de escenas y en cambios de decoraciones.
Los demás Castelvines descubren mientras tanto á Roselo, y lo traen prisionero para saciar en él su sed de venganza. Antonio, sin embargo, pensando todavía en la voz que ha resonado en sus oídos, abraza á Roselo, y le cuenta su visión. Aplácanse todos al escucharlo.
El resultado de estas ilusiones no tardó en presentarse. Una mañana, la cadina Sarahí no se asomó a su adorada celosía para mirar las azuladas montañas del Asia, y la puerta de su quiosco permaneció cerrada. Susurrábase en el palacio que la noche antes había resonado un lamento y vístose dos sombras que se perdían en el laberinto de corredores oscuros, llevando una cosa negra...
Una mujer de veracidad probada, pero de imaginacion ardiente y viva, y ademas muy crédula en asuntos de carácter extraordinario y misterioso, refiere con el tono de la mayor certeza y con el lenguaje y ademan de una impresion reciente, que en la noche anterior ha oido en su casa un ruido espantoso; que habiéndose levantado ha visto el resplandor de algunas luces en partes del edificio en las que no habita nadie; y que repetidas veces han resonado con toda claridad voces desconocidas, ya cual gemidos de dolor, ya cual aullidos de desesperacion, ya cual aterradoras amenazas.
Jamás en el suelo de la Nueva Inglaterra había resonado antes igual clamoreo. Jamás, en el suelo de la Nueva Inglaterra, se había visto un hombre de tal modo honrado por sus conciudadanos como lo era ahora el predicador. ¿Y qué era de él? ¿No se veían por ventura en el aire las partículas brillantes de una aureola al rededor de su cabeza?
Todas aquellas cabezas, eminencias de la ciencia manilense, medio hundidas en sus mucetas de colores, todas las mujeres que allí acudían por curiosidad y que años antes le miraban, si no con desden, con indiferencia, todos aquellos señores cuyos coches, cuando muchacho le iban á atropellar en medio del barro como si se tratase de un perro, entonces le escucharían atentos, y él les iba á decir algo que no era trivial, algo que no ha resonado nunca en aquel recinto, se iba á olvidar de sí para acordarse de los pobres estudiantes del porvenir, y haría la entrada en la sociedad con aquel discurso...
Pues hechos tendréis. ¿No sabéis que existe en Zaragoza un club, cuya influencia y prestigio alcanzan á todo Aragón? Ese club, llamado democrático, ha sido en dos años la más entusiasta y eficaz asamblea de la nación. Lo que allí se ha predicado bien lo sabéis. Las voces elocuentes que allí han resonado bien autorizadas son. La propaganda que allí se ha hecho ha llegado hasta aquí.
Su voz ha resonado con elocuencia en la tribuna, su pluma ha trazado páginas brillantes que admira el extranjero, su cincel ha dado eterna vida á la piedra y la madera... No me sorprende en verdad que usted haga ascos á este manjar grosero hecho con la harina del maíz.
Palabra del Dia
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