Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de julio de 2025
El objeto no apareció hasta después de algún tiempo en que el bravo y obstinado don César les insinuó la idea de dar un golpe de mano atrevido que los pusiese repentinamente en aptitud de luchar ventajosamente contra la escasa tropa que había en la provincia. El golpe de mano que el valiente cabecilla les propuso, fue nada menos que apoderarse de la Fábrica de armas de Nieva.
Se hallaba por la tarde, como de costumbre, en el molino sentado al par de Rosa en grata y amorosa plática, cuando repentinamente se apareció por allí Tomás. Como nunca se le había ocurrido ir a aquella hora desde que Andrés frecuentaba el sitio, Rosa se inmutó muchísimo y el mismo joven se sintió también no poco turbado, aunque procuró disimularlo, acogiendo con sonrisa amistosa al molinero.
Todo me pareció indeterminado é irreal, lo mismo que los episodios de un ensueño. Vi cómo el hombre intentaba retroceder, esquivando el automóvil salido repentinamente de la sombra. Pero el vehículo se oblicuó para alcanzarle en su retirada. Entonces pretendió avanzar lo mismo que antes, y la máquina perseguidora cambió otra vez de dirección, marchando rectamente á su encuentro.
La chiquilla se reía aún, con tanta gana y tan francamente, que me obligó á hacer lo mismo. Por nada repuso desprendiéndose de mi brazo repentinamente y echando á correr. La seguí y la alcancé pronto. La niña, sin decir nada, volvió á tomar mi brazo. Caminamos un buen rato en silencio. Yo iba pensando ansiosamente en lo que iba á decir ó en lo que iba á hacer.
Agobiados por el dolor, vieron que la huerta venía repentinamente hacia ellos; y no protestaron, porque la desgracia necesita consuelo, pero tampoco agradecieron el inesperado movimiento de aproximación.
Ramoncito se puso serio repentinamente, casi casi pálido, y comenzó a balbucir a tropezones: Lo mismo, chico.... Tan pronto arriba como abajo.... Unos días la encuentro muy amable ... es decir, amable, no; pero al menos habladora.
Se dió cuenta Lubimoff repentinamente de que ella, mientras hablaba, se había ido aproximando, de almohadón en almohadón, apoyándose en los codos. Casi estaba á sus pies, con la cabeza en alto, pretendiendo envolverle en el efluvio magnético de su mirada ascendente y fija.
Se serenó un poco. ¡Oh! Qué feliz debió de ser aquel Niño divino con poder llamar a aquella Madre tan pura: ¡Madre!... ¡Madre!... Muy pocos días después Currita retiró repentinamente a su hijo del colegio de Nuestra Señora del Recuerdo. Contaba ya el niño doce años, y el padre rector manifestó a su padre, un día de visita, que era menester disponerle para recibir la primera Comunión.
Sus ojos brillaban con fiereza, mirándole de arriba abajo; pero estos ojos se dulcificaron repentinamente al ver temblar una lágrima en los del P. Gil. Dispénseme usted, señor excusador se apresuró a decir, acercándose a él, si le he ofendido. Tengo mal carácter... me irrito con facilidad... Adiós, señor, adiós respondió el P. Gil, estrechando la mano que Montesinos le tendía.
Sí, lo haré de muy buen grado contestó el sabio, trocándose repentinamente en el hombre más suave y meloso de la tierra. Voy á decir cómo desarrollaría yo mi pensamiento; pero han de prometerme que no he de ser interrumpido por aplausos ni otra manifestación semejante.
Palabra del Dia
Otros Mirando