Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de junio de 2025
El otro, como si no entendiese estas recomendaciones, se había limitado á poner horizontal la pistola, apuntando al pecho que tenía enfrente. ¡Mira que tiro! dijo al fin con tono de amenaza . Déjate de macanas, ó tiro. Se perdió entre los dos todo respeto. Se miraron como enemigos. ¡Tira, gringo del demonio, para que puedas convencerte!... ¡Cuando te digo que tengo un payé!...
Sentimos lo mismo que en presencia de un muro detrás del cual se mueve una muchedumbre invisible. Los dos amigos volvieron la cabeza al notar que Conchita se apoyaba en la baranda junto a ellos. Habíase despedido repetidas veces de doña Zobeida, pero ésta iba luego en su busca para hacerle nuevas recomendaciones. La buena señora pensaba salir aquella noche para su amada Salta.
Pórtate bien con esos señores. Los asilados avanzaban lentamente, entre los besos, las lágrimas y las recomendaciones, llorando también muchos de ellos, pero sin dejar de andar, con una pasividad automática de soldado, como si les atrajese la obscura boca de la portada monumental.
Hablaban de subir a la cubierta de los botes, cuando una voz los detuvo sonando a sus espaldas. «Nélida... Nélida...» Ahora era la madre la que salía a su encuentro para hacerla varias recomendaciones sin importancia. Y sin saber cómo, se vio Ojeda otra vez formando parte de la familia Kasper bajo las miradas protectoras de la mestiza. Se apoyaron en una barandilla frente al mar.
En cambio acaricia la pretensión de que los demás sean rumbosos, y quiere que papá regale o malvenda a unas monjas un terreno que posee fuera de la Puerta de Bilbao. No puedes imaginar las recomendaciones y empeños que andan buscando. ¡Figúrate! ¡A papá con esas! Papá dice que la de Astorgüela es muy mala y que la devoción la hace peor.
Siendo su amigo y penitente se podía tener la seguridad de no ir al otro mundo desprovisto de buenas recomendaciones. Lo que no sabemos es el caso que Dios hacía de ellas, si escribía encima de las memorias con lápiz azul, como los ministros, "hágase", o si preguntaba al padre Ortega, como la señora del cuento: "¿Y a usted quién le presenta?"
En cambio, ¡la mirada autoritaria y cruel!... ¡la voz, que parecía un esquilón fúnebre al formular sus pavorosas recomendaciones!... El implacable director iba a poner las armas en sus manos dentro de breves momentos, pero antes dictó a uno y a otro los detalles del combate, para que no surgiesen errores.
Pero la espera no debilita las energías del joven autor; al contrario, seguro de vencer, busca recomendaciones, insiste, suplica, porfía, amenaza, y luego, diplomáticamente, se amansa y vuelve á rogar. ¡Cuánta paciencia, cuántos paseos inútiles, cuántas antesalas humillantes le cuesta el pequeñísimo honor de ser leído! ¿El señor director? Acaba de marcharse. ¡Demonio! ¿A qué hora podré verle?
Era cierto que había aceptado la mitra a condición de escoger, sin que valieran recomendaciones, una persona de su confianza en quien depositar los cuidados del gobierno eclesiástico. El Magistral era sin duda el hombre de más talento que él había conocido.
Al mismo tiempo hacía recomendaciones de parquedad y prudencia en el servicio al entusiasta Friterini con palabras deslizadas al paso y misteriosos ademanes. «¡Con tal que alcancen los pesos de Canterac! pensaba .Empiezo á creer que no tendremos bastante para pagarlo todo.»
Palabra del Dia
Otros Mirando