Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de mayo de 2025
Hija de mi alma contestó el tacaño bajando la voz y poniendo una cara muy compungida, tú no comprendes lo que es un buen rasgo de caridad, de humanidad.... ¿Preguntas por la capa? Ahí te quiero ver.... Pues se la he dado á un pobre viejo, casi desnudo y muerto de frío. Yo soy así: no ando con bromas cuando me compadezco del pobre.
Rasgó pues en dos la hoja del librillo de memoria en que los habia escrito, y tiró los dos pedazos á una enramada de rosales, donde fué en balde buscarlos.
Quedamos, pues, en que existen las cartas y en que os habéis visto y hablado en el jardín de Las Arenas. ¡Si es inútil negar! ¡Si yo todo lo sé por el pajarito!... Y el jesuíta insistía complacido en aquella ñoñez del pajarito, como si fuese un supremo rasgo de ingeniosa malicia.
Los recuerdos que despertó repentinamente en mi imaginación esta espantosa confesión, me confirmaron su exactitud. Había oído contar veinte veces á mi padre, con una mezcla de orgullo y de amargura, el rasgo de la vida de mi abuelo á que se hacía alusión en ella.
Aunque obcecada con dificultades y dudas, a fuerza de pensar en su situación respecto de aquel hombre, creyó ver determinado y fijo el rasgo que caracterizaba su extraña situación.
De allí a poco rasgó los aires el pito de una locomotora que venía lejana, y confundidos con su penetrante silbido empezaron a escucharse cercanos los alegres cantares de los obreros que volvían de su ruda tarea. Era inútil rezar.
Por esa cuenta dijo Rita , José María podía ser noble y algo más, grande de España de primera clase. ¡Qué amigos de contradecir son mis sobrinos! exclamó la marquesa con alguna impaciencia. Pues bien: sí, señorita. José María podía ser noble si no fuera ladrón. Ya que se trata de José María dijo Rafael , voy a contar a don Federico un rasgo de valor de aquel personaje. Lo sé de buena tinta.
De Génova pasó Velázquez a Milán y «aunque no se detuvo a ver la entrada de la Reina que se prevenía con grande ostentación... no dejó de ver la Cena de Cristo con sus apóstoles, obra de la feliz mano de Leonardo de Vinci»: rasgo muy natural en un artista que habla de estar harto de las ceremonias palatinas de la Corte de los Austrias.
2 Y de Siria habían salido escuadrones, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel una muchacha que servía a la mujer de Naamán. 7 Y cuando el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
Debemos detenernos, pues, en la exposición y estudio de este rasgo nacional, porque, sin conocerlo bien, hemos de extrañar sobremanera algunas particularidades de estos dramas, y no podremos apreciar en su valor los principios morales, extraños y opuestos con mucha frecuencia á nuestras ideas, que dominaban entonces en España.
Palabra del Dia
Otros Mirando