Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de mayo de 2025
Benedicta sabía que el ingrato la había abandonado para casarse con la hija de un rico minero; y desde entonces juró en Dios y en su ánima vivir para la venganza. Al encontrarse aquella noche con Aquilino y acordarle una cita, la fecunda imaginación de la mujer trazó rápidamente su plan.
¡Basta! volvió a gritar ella con mayor imperio. Pepe no contestó a doña Manuela; pero, volviéndose hacia la puerta del cuarto de Tirso, exclamó rápidamente, como si temiera mancharse los labios con la palabra: ¡Víbora! Después, todos callaron.
Murió poco después de su casamiento y yo no alcancé a conocerle. Cuando fui capaz de reflexión, atribuí a mi tía esta muerte prematura, pues me parecía con fuerzas suficientes para dar rápidamente en tierra, no digo ya con un pobre tío como el mío, sino con todo un regimiento de maridos.
Los males de la cabeza no tienen nada de agudos; son dolores sordos, presivos, como de estremecimiento y adormecimiento; la cabeza está atontada, pesada y con sensacion como de vacío; hay vértigos acompañados de distintas circunstancias; se esperimenta dificultad para ver, se vacila; pero un esfuerzo de la inteligencia, un acto de la voluntad, tonifican el cerebro y hacen cesar el vértigo; tambien se le hace cesar girando rápidamente la cabeza, movimiento que acumula mayor cantidad de sangre.
Pero ese oficio, en una tierra donde el indio marcha más rápidamente que la bestia y puede pasar por sitios donde aquélla no se arriesga, no era por cierto muy lucrativo.
La corriente favorable á consecuencia de la alta marea y la desusada actividad de seis remeros aguijoneados con la esperanza de una propina, hacían que las batangas se deslizaran rápidamente por el estero.
Luego vuelve rápidamente, con su paso menudo. ¡Parece mentira exclama no saber que en el siglo XVIII iba todo el mundo afeitado! Como la empalizada ha quedado ya en su sitio y está lista la escena, el viejo sacude las manos una contra otra, toma el bastón y se retira hacia el fondo.
Y ya que vuecencia quiere que se le diga todo, bueno será también que vuecencia sepa, que poco después entraba en el convento don Francisco de Quevedo. ¡Ah! ¡ah! ¿y en el convento, no en la iglesia? La señora condesa entró por la puerta de los locutorios, y por aquella misma puerta poco después don Francisco. El duque de Lerma escribió rápidamente una carta, la cerró, y escribió sobre la nema.
Bajose rápidamente Artegui, y tomando con nervioso vigor a Lucía en sus brazos, dio a correr sin mirar por dónde, saltando zanjas, atravesando barbechos, pisando apios y coles, hasta llegar, azotado por la lluvia, perseguido por el trueno que se acercaba, a la carretera.
En tanto pensaba, a parte, que si me hubiera tocado ser su marido, la hubiese puesto a asar en el horno para zafarme de ella. Había tocado la cuerda sensible, porque Susana dignose sonreírme. Todos tenemos nuestra primavera, señorita. Susana proseguí yo, aprovechando aquella repentina blandura para llegar más rápidamente a mi objeto, tengo ganas de hacerte una pregunta...
Palabra del Dia
Otros Mirando