Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
21 Porque ¿qué deleite tendrá el de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses? 22 ¿Por ventura enseñará él a Dios sabiduría, juzgando él las alturas? 23 Este morirá en la fortaleza de su hermosura, todo quieto y pacífico. 24 Sus senos están llenas de leche, y sus huesos serán regados de tuétano. 25 Y este otro morirá en amargura de ánimo, y no habiendo comido jamás con gusto.
¡Quieto! ¡quieto! que este mundo acá ha de quedar... y lo que le voy á dar no es un veneno... De aquí no sale sin haber hecho algún gasto al cura de la Segada... Porque, lo que es á terco, no me gana usted á mí, señorito. El cura se dirigió al decir esto á la puerta, dió la vuelta á la llave y se la guardó en el bolsillo.
Hemos concluido, te digo que hemos concluido... Bien, me acuesto porque quiero, no porque tú me lo mandes... ¡Vaya!...». Poco después se oía en la alcoba lo siguiente: «Que te estés quieto... No vayas a creerte que ahora te voy a perdonar. No, si no me engatusas... ni hay tilín que valga. Ya van quince y raya. No están los tiempos para perdones, caballerito.
14 Denunciad en Egipto, y haced saber en Migdol; haced saber también en Menfis y en Tafnes; decid: Está quieto, y aparéjate; porque espada ha de devorar tu comarca. 15 ¿Por qué ha sido derribado tu fuerte? No se pudo tener, porque el SE
¡No, no! exclamó con sobresalto . Estate quieto... Si te movieses ahora me harías mucho daño... La gran mancha de plata se extendía cada vez más por el ámbito del océano, pero empezaba a palidecer.
Por fin el desgaste nervioso hubo de rendirle, y se quedó quieto en el sofá, con una pierna sobre la mesa, la otra en una silla, la cabeza debajo de un cojín, y los brazos extendidos en cruz. Una mano daba contra el suelo, y tenía la otra metida debajo del cuerpo, dando al brazo una vuelta que parecía inverosímil.
Aquí ha organizado una compañía de aficionados; no podía estarse quieto. Esta noche es la primera que trabajan. El viejo va y viene con pasito ligero y menudo por el escenario, entra en los cuartos de los cómicos, sube al telar, desciende al foso.
Justamente al acercarse á su casa vió salir de ella, bajando los escalones, á Miguel, el hermano de Soledad. En cuanto el chico le divisó, dióse á correr desesperadamente en dirección de la plaza de toros. Velázquez lo siguió también á la carrera, logrando estrechar la distancia. ¡Quieto, Miguel!
Rondaba la cuna incesantemente, poniéndose en riesgo notorio de recibir algún pescozón del ama, y, como no le expulsasen, se estaba buena pieza con el dedito en la boca, absorto y embelesado, más parecido que nunca a los amorcillos de los jardines que dicen con su actitud: «Silencio». Jamás se le había visto quieto tantas horas seguidas.
Y se la come, en efecto; pero como es un saltador afectuoso, le da de cuando en cuando golpecitos con los palpos sobre la espalda, como queriendo convencerla de su teleología. Azorín no sabe si la mosca quedará convencida; ello es que sus patas han cesado de moverse y que Ron se la lleva a un ángulo, donde permanece quieto con ella un gran rato.
Palabra del Dia
Otros Mirando