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Actualizado: 20 de julio de 2025
«Señora le dijo la niña con voz dulce y tímida, pronunciando con la más pura corrección , ¿ha visto usted mi delantal?». Cogiendo por los bordes el delantal, que era de cretona azul, recién planchado y sin una mota, lo mostraba a la señorita. «Sí... ya lo veo dijo ésta admirada de tanta gracia y coquetería . Estás muy guapa y el delantal es... magnífico».
Por fin Clara se movió, pronunciando algunas voces mal articuladas. El joven pudo distinguir claramente: "¡Señora, por Dios!..." Después agitó una de sus manos como quien quiere retirar algo, y por fin abrió los ojos. Se apartó los cabellos que en desorden le cubrían la cara; tuvo un gran rato la mano ante los ojos, y la apartó después.
Interesábase con sensible corazón en las más prolijas aflicciones de los demás, y, ante las desgracias de familia, que su ministerio le obligaba a presenciar de continuo, se le veía sollozar a la par de los deudos, pronunciando patéticas palabras que se grababan en la memoria de todos como tierno y docto epitafio.
Aborrecíale en aquellos momentos más que si viniera á darle la muerte; y le inspiraba más pavor que si fuese satanás en persona. El monstruo miró al autor de un modo que le hizo temblar; alargó la mano pronunciando palabras que aterraron al infeliz, cual si fueran anatemas de la Iglesia ó sentencia de inquisidores.
Hacia los extremos del salón veíanse algunas parejas, más ocupadas de sí mismas que del prójimo, en que ella parecía resignarse a conceder lo que deseaba otorgar, mientras él se obstinaba en pedir lo que luego había de cansarle. En un círculo se discurría de política; se comentaba en voz baja el escándalo de la semana, pronunciando al oído y en secreto los nombres de los protagonistas.
Dando trompicones, entró Ido en una de las alcobas, y apoyando la rodilla en el camastro que allí había empezó a dar golpes con el palillo, pronunciando torpemente estas palabras: «Adúlteros, expiad vuestro crimen». Los que desde el corredor le oían, reíanse a todo trapo, y Nicanora arengaba al público diciendo: «pronto se le pasará; cuanto más fuerte, menos le dura».
Varias veces estuvo á punto de interrumpir al Omnipotente pronunciando una palabra, una sola, pero calló en el último instante. ¿Cómo iba á detener la ola de bienaventuranzas celestiales que se desplomaba sobre sus cuatro hijos?... Pero el remordimiento oprimía su corazón maternal.
Todos los rumores, ecos, acentos, gritos, detonaciones y voces que la naturaleza puede producir en sus mas sublimes y poéticas manifestaciones, eternos conciertos de vida y trasformacion ofrecidos á Dios, surgen con todo el vigor onomatópico posible de aquel enorme pulmon metálico que no cesa de respirar torrentes de armonía, multiplicando sus himnos como el Océano multiplica las secretas leyendas de la Creacion que se agita en su seno; y llegando á veces á tan maravillosa pureza de sonidos, que parece como si cada tubo estuviese recitando un verso, un salmo, ó pronunciando distintamente una plegaria, imprecacion ó sentencia.
A falta de Ateneos y centros científicos, literarios ó políticos, Sandoval aprovecha todas las reuniones para desarrollar sus grandes dotes oratorias, pronunciando discursos discutiendo sobre cualquier tema y arrancando aplausos de sus amigos y oyentes. En aquellos momentos el tema de la conversacion era la enseñanza del castellano.
Los muros blanqueados; los pequeños bancos, en que las personas que se tenía costumbre de ver entraban evitando el roce de sus vestidos, y donde una primera vez bien conocida, y luego otra y otra, hacían su pequeña oración, cada una en su tono particular, pronunciando frases ocultas y familiares, como el amuleto llevado sobre el corazón; el púlpito en que se postran, inclinándose hacia un lado y otro, hojeando la Biblia según su costumbre, dispersaba una doctrina incontestada; hasta las pausas entre las estrofas del himno, mientras que se lo leía, y la elevación intermitente de la voz durante el canto; todo eso había sido para Marner el camino de las influencias divinas; era el alimento y el refugio de sus emociones religiosas, el cristianismo y el reino de Dios en la tierra.
Palabra del Dia
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