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Actualizado: 15 de mayo de 2025
Desde 1836 empezaron a llegar a Montevideo millares de emigrados, y mientras Rosas dispersaba la población natural de la República con sus atrocidades, Montevideo se agrandaba en un año hasta hacerse una ciudad floreciente y rica, más bella que Buenos Aires y más llena de movimiento y comercio.
Papá lo ignora, sólo usted lo sabe.... Dígame, Rodolfo: ¿Quiere usted a Angelina, así, como yo quiero a Ernesto? Sí. ¿Y ella le ama a usted? Sí, mucho! ¡Cómo no lo merezco! Pues bien, amigo mío: ¡sea usted digno de ella! La fiesta había concluido, la multitud se dispersaba, y los tertulios de don Carlos salían en busca de las señoras para despedirse de ellas.
En el páramo de Solares, que separa el barrio de Arriba del de Abajo, pasaban lances cómicos: capas que se enrollaban en las piernas y no dejaban andar a sus dueños; enaguas almidonadas que se volvían hacia arriba con fieros estallidos; aguadores que no podían con la cuba, curiales a quienes una ráfaga arrebataba y dispersaba el protocolo, señoritos que corrían diez minutos tras de una chistera fugitiva, que, al fin, franqueando de un brinco el parapeto del muelle, desaparecía entre las agitadas olas.... Hasta los edificios tomaban parte en la batalla: aullaban los canalones, las fallebas de las ventanas temblequeaban, retemblaban los cristales de las galerías, coreando el dúo de bajos, profundo, amenazador y temeroso, entonado por los dos mares, el de la bahía y el del Varadero.
Las chimeneas del vapor "Cataluña" lanzaban sus remolinos de humo que la brisa de la tarde dispersaba. Volví á bordo y seguí el rumbo hácia el puerto de Valencia. Despues de visitar la Cataluña, iba á penetrar en la España morisca, de tipo enteramente distinto. España no es un pueblo: es un conjunto de pueblos ó restos de naciones aglomeradas. Una aduana española. Del Grao á Valencia.
A mediodía, cuando Materne y sus hijos se disponían a partir, oyose un grito más fuerte, más prolongado que los demás: «¡Los cosacos!, ¡los cosacos!» Todo el mundo salió fuera, a excepción de los cazadores, que se limitaron a abrir una ventana para ver lo que pasaba; la gente huía a campo traviesa; hombres, rebaños, carros, todo se dispersaba como las hojas ante el viento del otoño.
Los más ágiles hicieron su agosto; los más torpes gatearon inútilmente. La Caporala y Eliseo trataban de poner orden, y cuando los novios y todo el acompañamiento se metieron en los coches, quedó en las inmediaciones de la iglesia la turbamulta mísera, gruñendo y pataleando. Se dispersaba, y otra vez se reunía con remolinos zumbadores. Era como un motín, vencido por su propio cansancio.
Se hallaban los expedicionarios muy arriba en la montaña, por encima de la aldea y de la casa de «El Encinar». La luz grisácea del invierno dispersaba las nieblas matinales, y en los pliegues de la ladera se divisaba la silueta de varios cosacos mirando a lo lejos, con las pistolas en alto y aproximándose lentamente a la vieja alquería.
Palabra del Dia
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